¿Qué pasa cuando el amor llega a tu vida de forma inesperada?
Dulce, amable, cariñosa, pero a la vez tan rota e insegura, llego a mi vida causando en mi lo que nunca habia sentido antes y yo cause en ella lo que siempre había deseado causar en algu...
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Sheila:
No puedo explicar cómo de siente la nieve, es fría pero suave, recuerdo cuando era pequeña y jugaba con la escarcha del refri diciendo que era nieve, mi madre siempre me regañaba por supuesto.
Recojo mi cabello en una coleta para no mojarlo mientras me adentro en la ducha del cuarto de Ana, estuvimos jugando en la nieve por varias horas, y no se si es el clima pero aquí da la sensación de que anochese antes.
El agua caliente comienza a caer sobre mi cuerpo y recuerdo la conversación que tuvimos antes de subir, Ana se está duchando en el cuarto de su madre, y Hope creo que en su habitación, cuando estemos lista sería hora de cenar.
Me intimida bastante estar con toda la familia de Ana, pero realmente estoy feliz de ser bien recibida.
Creo que debí prestar más atención a las clases de español que di en la primaria, mientras estábamos abajo Ana me pregunto que si hablaba español, a lo cual yo negué con la cabeza.
Entonces ella y Hope comenzaron a hablar un español muy fluido donde sólo pude entender la palabra "Regalo".
Después de estar el tiempo necesario en la ducha salgo envuelta en una toalla rosa que me dejó la señora Julia, quiero decir, Julia, como ella insistió en que la llamará.
— ¡Oh Dios! Pensé que te tardarias más.
— Lo... lo siento.
Me sonrojo completamente, Ana está llevando sólo unas bragas color azul pálido, pude tener una gran vista de su cuerpo, tapo mi rostro con mis manos lo que provoca que suelte la toalla y caiga a mis pies.
El chillido de Ana me sobresalta y chillo yo también agarrando la toalla contra mi pecho nuevamente, me doy la vuelta mirando fijamente la puerta del baño.
— Lo siento! No quería verte desnuda, ósea si, pero no así, y no hay nada mal en ti, pero es que lo siento por mirar en realidad fue porque me sorprendió que tu toalla callera y entonces.— Me sonrojo aún más antes sus palabras como si eso fuera posible— Creo que estoy delirando, voy a vestirme rápido.
En casa ya la he visto alguna que otra vez en ropa interior, o aveces cuando usa sus pijamas que no dejan nada a la imaginación, pero por algún motivo aquí se sintió mucho más íntimo aunque fuera sin querer.
— Listo!
Lleva una sudadera negra con una pijama de cuadritos rojos y medias de gatos.
— Voy a vestirme yo entonces.
Agarro mi ropa interior de mi maleta y la ropa que ya había dejado en un bultito sobre la cama, vamos a estar aquí unas dos semanas, así que Ana me dejó un espacio en su closed casi vacío porque la mayoría de su ropa está en el apartamento.
Terminó cepillando mi cabello, observó mi sudadera con arcoiris en las mangas y un unicornio justo en el centro, mis pijamas exactamente igual a las de Ana pero blancas y unas medias normales de esas que venden por docenas.
Realmente hace frío dentro de la casa, no te vas a congelar, pero el clima es mucho más fresco, no podríamos andar en camisetas como en casa, o al menos yo no podría.
Salgo de la habitación a la vez que Hope sale de la suya.
— Mañana iremos de compras.
Debió ver mi cara de desconcierto pero agrega.
— Hoy es 16, y el 23 es tu cumpleaños, faltan 7 días, y supongo que como lo tenías en secreto Ana no haya traído ropa adecuada y también debemos comprar vestidos para Navidad, no le digas que te dije, pero es la época del año favorita de Ana.
— ¿Entonces mañana iremos de compras ?
— Exacto.
Engancha su brazo al mío y bajamos las escaleras conversando, se va corriendo a decirle a su madre los planes para el día siguiente, Ana está sonriendo todo el tiempo.
Me gusta mucho cuando sonríe, avanzó a pasos lentos queriendo ver cada detalle de su casa.
— Aún no está la cena, esperaremos a tu padre, pero pueden estar en el salón o hacer lo que quieran, yo les aviso.
Julia deja un beso en la frente de su hija y anuncia que irá a tomar un baño, por lo tanto terminó sentada en el sofa con Ana sobre mis muslos, más específicamente acostada en mis muslos.
Me tenso completamente porque su tía nos está mirando pero no dice nada, solo sonríe y yo me regalo un poco, solo un poco, igual estoy nerviosa, muy nerviosa.
