➸Sus movimientos eran cargados de gracia, su cuerpo se balanceaba al ritmo de la serenata dejándome hipnotizado por el mover de sus caderas, pase mi lengua por mis labios disfrutando del manjar del que mis ojos estaban siendo testigos...
➸Era tan de...
La calurosa tarde de verano llegaba acompañada de bochornosos calores que se expandían por todo su cuerpo, era un díabrillante, si piel ligeramente más bronceada se dejaba ver a laluz del brillante sol, resplandeciente, sus ojos rebosantes de felicidad eran comparable a las estrellas fugacescallando en el cielo nocturno.
Samuel De Luque después de mucho tiempo, después de muchos problemas sin resolver, despuésde una infancia que no quiso y de haber abandonado por completo a sus padres, por fin habíaempezado a ser feliz, pero eso no lo era todo, se podríadecir que ese chico ya era más que feliz.
Un largo tiempohabíapasado desde la última vez que vio a sus padres y no le habian hecho falta alguna, aunque aún de alguna extraña razón soñaba o alucinaba con las llamadas de sus padres o las quejas delmismo, como un tik nerviosoquedesarrollódespués de haber dejado todo atrás.
Estaba seguro de que podría superarlo también, su lindo ositosiempreestuvo para reconfortarle cuando se despertaba sudado y paranoico en las madrugadas, nunca se habíasentidotanagradecidocon una persona como ahora, pero mas le llenaba de dicha saber que muy pronto ese chico de cuerpopálido y delgado con cabellos tan blancos como la nieve se casaria con él. Aunque aúnno estaba del todo confirmado, tendría que descubrirlo ese mismodía, Diossolo deseaba que todo saliese bien y que su respuesta fuera positiva.
Seríauna completa desdicha que el amor de su vida rechazase de esa manera su propuesta pero aceptaría cualquier cosa que el albino le dijese, después de todo le respetaba y amaba demasiado, había planeado eso desdehacía meses.
