➸Sus movimientos eran cargados de gracia, su cuerpo se balanceaba al ritmo de la serenata dejándome hipnotizado por el mover de sus caderas, pase mi lengua por mis labios disfrutando del manjar del que mis ojos estaban siendo testigos...
➸Era tan de...
El resto de la noche transcurrió contranquilidad, ambos hablando de cosas triviales, planes a futuros y el siguientemovimientoqueharían. En todo caso siquerían cumplir con todo lo que se proponíannecesitarían ayuda y algo de apoyo emocional, si bien se teníanasí mismos también necesitaban de sus amigosmás cercanos para enfrentartodo lo que estaba por venir, con la frente bien en alto al momento de terminarcon esa caótica farsa que se construyó por años y que mantuvolossentimientosse Samuel ocultos entre las paredes del profundo sufrimiento.
Se conocieron, aúnmás de lo que ya lo hacían, llenando los huecos inconclusos en su relación, lo más que podían y haciendo su mejor intento, fracaso tras fracasoera lo que siempre les perseguía, pero estaba a punto de acabar. Ruben fracasaba incontables veces en sus relaciones, en su vida, en sus decisiones. Samuel fracasaba en su vida, en la relación con sus padres, en su autoestima, incluso aveces en sus amistades.
Pero todo eso terminaría pronto, ya no huiríanmás de lo inevitable, no correrían lejos de su vidas para comenzar nuevas, aunque quisieran hacerlo, primero tenían que resolver sus asuntos, juntos, porque de ahora en adelante serían el apoyo incondicional del otro.
Rubén ya había hecho su parte, dio todo de sí y fue sincero con Nieves, después de bastante tiempo se sintiósatisfecho consigo mismo por haber sido valiente confesando lo que sentía, por un momento su mirada se entristeció un poco. Si bien no sentíanadaromántico por Nieves no significaba que no le hubiera dolido haberla dejado, era por el bien de ambos pero aunasí el sentimiento de culpa estaba ahí muy en lo profundo de su corazón.
