Tal vez, es mejor así [Hanma,Kisaki&Tú]

22.

_____'s POV

Me aferré a su cuerpo como pude, él sacó su chaqueta y la puso sobre el lugar donde yo estaba sentada y me volvió a posicionar entre sus piernas.

-Listo, lugar esterilizado -le iba a reclamar de vuelta, ¿cómo se le ocurre hacerlo en un callejón? y encima de su propia chaqueta-.

Abrí mi boca para hablar pero él me ganó y juntó nuestros labios y sin demora también metió su lengua, no podía negar lo mucho que me encantaban sus besos y siempre parecía saber exactamente donde tocarme para hacerme perder la cabeza.

Tenía claro que hacerlo ahí estaba mal, que era arriesgado. Pero mi atención siempre volvía a sus besos, la forma en la que una de sus manos tocaba mi cintura y la otra me daba placer tocando mi entrepierna llevándome poco a poco a la locura.
Y perdí completamente el juicio cuando su mano se introdujo en mi ropa interior y llevó sus dedos a mi entrada.

Tensé mis manos en su cuello, casi rogándole que metiera sus dedos en mí, parecía querer provocarme a rogarle y no me cuesta creerlo, es Hanma después de todo.

-¿No que estaba mal hacerlo aquí? -clavó sus ojos en mi y sin dejarme responder metió dos dedos de golpe, me obligué a callarme los gemidos, lo cuál solo incrementaba la sensación- Así que crees poder soportarlo... bien, me obligas a descontrolarme.

Volvió a besarme, la textura de sus labios me encantaba, metía su lengua y yo la movía junto a la mía, no quería dejarlo. Sin aviso tocó mi clítoris mientras movía sus dedos en mi interior, cada movimiento disparaba el placer y mi cuerpo pedía más, arqueé mi espalda y abrí más mis piernas para él, dejaba que me tocara como quisiese, no quiero cortar el placer ahora, los jadeos que salían de mi boca  eran lo único que separaba nuestros labios.

Sus dedos empezaban a no ser suficiente, quería más, más duro más profundo, mi cuerpo obedecía a la necesidad, trataba de controlarme pero pedía a gritos que usara su miembro.

-Oh~ Mira, hay gente allá, tendrás que guardar silencio si quieres terminar.

Mis ojos miraban a la gente pasar, me aferraba a su cuello para reprimir mis jadeos, pero eso solo parecía motivarlo para embestirme más fuerte, perdía la cabeza cuando movía sus dedos en círculos a la par que tocaba mi clítoris, el placer nublaba mi juicio por completo, solo quería más de él.

Siguió moviendo sus dedos en mi interior, llegó a un ritmo perfecto y se seguía así iba a venirme en minutos, me rendí ante el placer, arqueé mi espalda para sentirlo mas profundo, ya casi terminaba.

-Oh, casi lo olvido, ¿hace rato me habías dicho que me calmara verdad? -salió de mi y se alejaba-.

-No... -dije temblando, toda mi parte baja estaba sensible a cualquier tacto, lo necesitaba, lo quería en mí-.

-¿si? -acarició mi cuello y acercaba su rostro, como si fuera a besarme pero nunca lo hacía- Te ves desesperada, ¿hay algo en lo que pueda ayudarte? -sentía mi entrepierna palpitar-

-No jodas... -separó mis piernas de golpe y apretaba mis muslos con sus grandes manos, pasaba sus manos por la zona pero nunca me tocaba, esto me hacía perder la calma- por-por favor... -susurré-.

Él admiró mi rostro unos segundos, lo vi bajar sus pantalones y descubrir su erección, sin pensarlo me subió sobre ella y sentí todo su miembro entrar en mí, solté un jadeo y me pegó a la pared, rodeé mis piernas en su cintura y empezó a embestirme duro, una, dos, tres veces, sentirlo dentro fue la cúspide del placer, ya no me importó donde estuviéramos, solo quería seguir. Penetró unas dos veces mas y me vine, pero eso no lo detuvo y agradecí por eso, desde que estoy con ellos "lo usual" no es suficiente.