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NARRADOR


—¿Qué dices? -dijo Kisaki yendo hacia Hanma-.

—Tch. Qué mierda... -dijo Hanma apagando la alarma y dejando el celular de mala gana sobre la mesa frente a él-.


Kisaki tomó el aparato y lo revisó en silencio.


—¿Para qué mierda debe tener una alarma para ese hijo de puta? -reclamaba Hanma-. Voy a matarlo, te juro que quiero matarlo.


Kisaki seguía en silencio.


—¿No hay ninguna parte del plan dónde pueda matarlo? -dijo Hanma mirando a Kisaki-. Podría matarlo ahora.


Kisaki suspiró y llevó su vista a Hanma, quién lo miraba desde abajo, sentado en la silla.


—No creas que eres el único que ya lo quiere fuera de nuestras narices -dijo Kisaki acercándose a Hanma, inconscientemente apoyó su mano en el cuello de Hanma, quién no desaprovechó la oportunidad y tomó la mano de su novio entre las suyas mientras ponía su mejilla en la palma de Kisaki-. Pero con uno menos caen mas responsabilidades sobre ella y tendría que trabajar con los Haitani -miró a Hanma- y sabes bien que esos dos no son sus aliados. 

—Entonces... ¿Por qué no los matamos a todos y huimos a una isla desierta en medio de la nada?


Kisaki miró a Hanma con detención unos segundos y luego desvió su mirada. Esa idea le causó algo de gracia porque él alguna vez tuvo eso en mente. Sin la parte de matar a todos, claro.





"Pero considerando las circunstancias actuales, eso no serviría"-pensó Kisaki.





—Mejor encárgate de apagar ese teléfono -dijo Kisaki mirando a Hanma- no queremos a nadie que esté rastreándola llegue a este lugar.

—Hablando de rastrear... -dijo Hanma, apagó el teléfono y Kisaki fue hacia el otro lado de la mesa- ¿Cómo nos encargamos de ese bastardo? -preguntó refiriéndose a Yuki-.


Kisaki lo miró en silencio.


—Hablo del tuerto -aclaró Hanma, pues actualmente le llamaba "bastardo" a más de un sujeto-.

—La niña tuvo éxito y Kakucho cooperó. Tenemos buenas herramientas.


Esas palabras hicieron que la mente de Hanma divagara. Kisaki se preparaba para irse del escondite.


—"Buenas herramientas" ¿Eh? -dijo Hanma, pensativo-.

—¿Qué te sucede? -dijo Kisaki deteniéndose con su chaqueta en mano-.

—Kisaki... -dijo Hanma en un suspiro, reincorporándose en la silla-. Yo ya no quiero más de esto.


El mencionado parpadeó varias veces mirándolo. Hanma notó lo desconcertado que había dejado a su novio, por lo que soltó una leve risa y se puso de pie. Le causó gracia el hecho de que ahora fue él quién dejó así a Kisaki siendo que es el de lentes quién siempre lo deja sin entender de qué habla. Hanma se apoyó en el respaldo del sofá, quedando cerca de Kisaki.


—Al finalizar toda esta batalla de ese bastardo contra "Eru" y todos estos dolores de cabeza de Tenjiku versus Bonten... -explicó Hanma mirando a un punto perdido-. Ya no quiero más -miró a su novio- y ella ya no puede más.


Esas palabras "buenas herramientas" hicieron que Hanma recordara cuando Kisaki apenas llegó a su vida. Cuando este solo buscaba un buen ejecutor de sus planes y Hanma solo quería divertirse. Kisaki igual usó con él esa metáfora. Solo era una herramienta. Pero ahora, años después de eso, Hanma no se enfocaba en que se haya referido a él como un objeto. Lo que hizo meditar al más alto era: seguimos en lo mismo. Años pasaban, ellos maduraban y seguían con esa dinámica. Seguían los enfrentamientos, gente a su alrededor seguía muriendo, seguían escondiéndose por las sombras.

Tal vez, es mejor así [Hanma,Kisaki&Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora