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_____'s POV


Escombros cayeron sobre mi cabeza cuando Sanzu disparó tres veces a la pared sobre mí. Me había quemado con cigarrillos y volvía a cortarme el cuerpo, solo heridas superficiales, pero el desgraciado se encargaba de hacerlas de formas que dolieran como el infierno. Incluso calentaba el cuchillo al fuego y lo pasaba por mis heridas anteriores.

Me agota tener que verlo sonreír, manchado con mi sangre... fingir ser fuerte... es desgastante

-Veamos con qué me divierto ahora~ -eso decía cada vez que empezaba con otro implemento de tortura, siempre sonriendo-.

Hoy parecía estar más motivado...

Aprieto mis ojos para contener las lágrimas

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Aprieto mis ojos para contener las lágrimas. Me duele la cabeza como la mierda.

Pasó el tiempo. Me habían dado comida y agua. Ni pensé en si estaba envenenada o con droga, comí todo. No volví a desmayarme, tampoco volvieron a drogarme para dejarme inconsciente.

Yo seguía amarrada. Sanzu llevaba un rato en su celular. Vendaba mis heridas después de torturarme. Ahora estaba mas despierta, sigo en el suelo, mis tobillos también están encadenados. Vi que Sanzu arrojó el celular contra el suelo, enfadado.

-Uhh, quién hizo enojar al caballero -dije-.

-¡¿Quieres cerrar la puta boca?! ¡¿Si quiera crees que estás en condiciones de hablarme?! -no pude evitar reír un poco, moví mi cabeza hacia la derecha tratando de disimular, pero igual creo que me vio-.


Se acercó a mí. Algo malo viene. Tal vez sea el delirio por el dolor constante y la falta de sueño, pero de a poco me va importando menos lo que me ocurra aquí. Además es divertido hacer enojar a la gente, eso lo he tenido desde siempre.


-¿Ahora no dices nada? -dijo irritado, estaba de pie frente a mí. La razón me dijo que así me quedara, pero el pequeño diablillo en mi jodida cabeza habló mas fuerte-.

-Si tanto te molesta mi voz... -levanté mi cabeza y lo miré- hazme callar -siguió mirándome en silencio- Vamos, no me aburras... -bufó y empezó a caminar por el lugar-.


Así funcionábamos. Si yo estaba mal, por sus torturas, él estaba en ese modo más psicópata y cuando yo le seguía le juego, pretendiendo que nada me dolía, o de lo contrario, me gustaba, teníamos esa competencia extraña, hasta que se frustraba y se alejaba de mí.


-Lo que si debe ser aburrido es tener que cuidar a una rehén... -dije, no esperaba respuesta, pero él empezó a caminar hacia mi, con un cuchillo en mano-.


Lo único bueno es que estaban tan bien afilados que a veces solo notaba que me cortó por la sangre que salía, no por el dolor. Ahora se puso en cuclillas frente a mí, levantó el cuchillo y me "abofeteaba" con este, lo hizo unas 4 veces.


Tal vez, es mejor así [Hanma,Kisaki&Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora