Tal vez, es mejor así [Hanma,Kisaki&Tú]

84.

______'s POV

Me fui con Koko al apartamento que comparto con Hannah. No hablamos del tema de Hanma en el camino, sino de trabajo y temas triviales.

Obvio que estaba pensando en todo lo que pasó, Hanma... era un todo un tema para mí. Por suerte me distraía un poco con Koko ahí.

Noté que él estaba con ganas de hacerlo, en eso habíamos quedado, me sentía mal si le ponía alguna excusa para no hacerlo, pero obvio que las cosas habían cambiado con todo lo que sucedió con Hanma.

"me sorprende que tenga energías para coger a las 3 AM, pero no lo juzgo..."

"Carajo, Koko... por qué mierda te hice creer cogeríamos al llegar a casa, Ah si, porque no tenía puta idea que en el trato estaría Hanma y después no me dejaría irme comportándose como el idiota más lindo que he conocido haciéndome que me derrita en sus brazos... si, por eso"

Ahora Koko besaba mi cuello mientras quitaba mi ropa. En el camino lo noté algo estresado, tal vez por eso quería hacerlo. Entiendo la situación porque también lo he hecho, todo este año, casi todos los días, digo, le hice un oral a Sanzu frente a todos en mi oficina solo para desquitar mi rabia.

"Muy bien, creo que ahora me toca experimentar la otra cara de la moneda... Este año usé y manipulé a mucha gente para acostarme con ellos... ahora me toca dejar que Koko me use para desestresarse... "

Solté un leve gemido cuando los dedos de Koko tocaron mi intimidad sobre la ropa interior, me aferré a su espalda con cada movimiento que hacía. Así era el cuerpo, si lo estimulabas en los lugares correctos, este respondía. Koko seguía jugando con mi clítoris por sobre mi ropa, incluso daba leves embestidas superficiales, haciendo que mi espalda se arqueara y jadeara, moviendo mis caderas en busca de más.

—Supongo que ya estás lista -dijo sacando mi ropa interior y sin perder el tiempo metió dos dedos, callé el gemido con mi mano, seguía moviendo sus dedos dentro de mi.

—Más... -dije y él me besó, bajé sus calzoncillos, le puse el condón y me embistió-.

Abrí mis piernas para recibirlo mejor, lo hacía fuerte, me gustaba, callaba mis gemidos en su cuello, seguía moviéndose más y más, sentí la tensión en mi vientre, mi primer orgasmo estaba cerca. Le hice saber que estaba por llegar y no se detuvo, ni siquiera cuando ya había alcanzado el orgasmo, siguió jugando con las velocidades, lo agradecí enormemente, eso solo aumentaba el placer. En un momento me besó, nuestras lenguas jugaban entre sí, aumentó la firmeza de sus embestidas sin dejar de besarme, noté una sonrisa en sus labios, la mezcla de jadeos, gemidos y un beso, siempre era lo mejor.
Así acabamos los dos. Botó el condón y nos quedamos recostados recuperando el aire en mi cama.

—¿Quieres que mañana te lleve al trabajo? ¿O prefieres ir sola?

—¿Puedes llevarme a mi apartamento en Shibuya? Dejé mi moto ahí.

—Claro -me dijo-.

(...)

En la mañana así fue. Ahora estaba a los pies del edificio, Koko ya se había ido, no subí al apartamento, me quedé abajo con mi moto, ordenando unas cosas.

—Bien, cuídate -escuché una voz hablar desde las alturas, saliendo de algún apartamento- que te vaya bien en el trabajo, me hablas cualquier cosa.