Tal vez, es mejor así [Hanma,Kisaki&Tú]

47.

______'s POV

Los chicos me invitaron a una fiesta que hay hoy en su trabajo, celebración anual. Acepté. Mañana es la pelea con Kanto y ya tenía planeado saltarme las clases. La temática implicaba máscaras y maquillaje artístico, antes de que dijera que tenía que ir a conseguir un par de cosas ellos me llevaron a una boutique y de nuevo tuve a una señora encima ofreciéndome varias prendas y accesorios. Insistí varias veces en que no debían gastar tanto en mi para una noche, pero acabaron haciéndolo igual.

-Bien, ya tenemos el vestido largo burdeo, vamos por los accesorios. Aquí están nuestras recomendaciones... -entraron varias chicas modelando accesorios de distintos tipos, ninguno me convencía hasta que vi una gran corona-.

-¿Puedo ver esa? -pregunté algo tímida-.

Luego de eso tuve que elegir si optaría por un antifaz o cubriría mi rostro solo con maquillaje (una de las facilidades para nosotros tres en esta fiesta es justamente, el poder esconder nuestros rostros). Elegí el maquillaje, iría a juego con los colores del vestido y la corona.

Tuve que volar a casa para bañarme, vestirme rápido, guardar lo necesario en mi bolso e ir de vuelta con la chica que me maquillaría. No creí que lo lograría, pues me dijeron de la fiesta a las 5PM, pero ya cerca de las 9 estábamos todos listos dirigiéndonos al lugar.

Era en la azotea de un edificio con vista al mar, ya había caído la noche, iba caminando por el pasillo hacia el lugar donde estaría el resto de invitados, iba en medio de los chicos. Estaba nerviosa, espero que ellos no lo noten. Ambos se pintaron el cabello de otros colores, iban con trajes, Hanma uno rojo y Kisaki negro con detalles dorados. Yo iba aferrada al brazo de Kisaki y Hanma apoyaba su mano en mi cintura. Cruzamos la puerta y ahí estaba lleno de gente que no podías reconocer por su vestimenta.

Estaba feliz pues esto nos daba la posibilidad de al fin actuar como una pareja sin preocuparnos de que alguien nos reconozca y tengamos problemas, aunque siento que ellos dos se llevaban la peor parte. Mientras me vestía (en casa) escuché una conversación de ellos, Kisaki le decía que a pesar de que sus rostros no se distinguieran, no debía olvidar donde estaban, Hanma aceptaba pero de mala gana, noté que era una conversación regular, podían golpear a todo el que quisieran, pero eso no evitaría el prejuicio de la sociedad ante ellos por salir con otro hombre.

Nos fuimos hacia la cornisa a admirar las vistas. Hasta ahora un par de hombres nos habían saludado, pero a modo general.

-Insisto en que los guantes arruinan mi vestuario -dijo Hanma-.

-No corrimos de aquí para allá buscando accesorios y maquillaje para cubriros el rostro para que tu vengas y todos te reconozcan por tus tatuajes -dije-.

-Hey, cuidado, no ofendas a mis amores -actuó dramático y acariciaba sus manos-.

-Ah, ¿tus amores? -le seguí el juego- no sabía que teníamos competencia -miré a Kisaki-.