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•Pov's Zenitsu•

Intentaba no hacer ningún ruido, pues la persona que me buscaba tenía intenciones de mal gusto a mi parecer. Sus cabellos largos y blanquecinos destacaban en él.

- ¿Ah?, Hola.
¿Es el chico del sonido lindo?

- Hola, Tanjiro.
Parecía sonar engorroso.

- ¿Estas buscando algo?.
Me asomé sin hacer ruido: pude verlos frente a frente

- No, no, solo paseaba por la zona, con permiso me voy a mi habitación, adiós...
Se fue dando pasos rápidos hacía la entrada de la cafetería. Suspiré.

- ¿Hay alguien? .

- Hola, muchas gracias.
Me levante para ver al chico de pelos burdeos, quien traía una sonrisa resplandeciente.

- Oh, Eres...
Se quedo pensando.

- Zenitsu... Agatsuma Zenitsu.
Extendí la mano.

- Es un gusto conocerte.
Apretó tenuemente mi mano. Sus manos eran ásperas y robustas; todo indicaba ser la mano de una persona trabajadora.

- Igualmente.

- Perdón si Tengen es algo...bueno ya sabrás a que me refiero.

- No te preocupes.

- ¿Por qué estás aquí, en este internado?.

- No lo se, no he hecho nada malo, o, ¿Tirar un payaso al agua es un delito que no yo sabía?.
El se echó a reír.

- Jaja, no creo, ¿Entonces que haces en este internado?.

- No lo se, ya te lo dije anteriormente, no entiendo nada de lo que sucede en estos días.
Coloqué mi mano sobre mi cabeza indicando confusión.

- Mmh, puede que sea un "error".
Aquel "error" sonó extraño, como si dijera que yo estuviera orate. Que indignación.

- Es posible...

El silencio me llevó a pensar más en sus palabras, al fin de cuentas, nosotros somos humanos, solemos cometer este tipo de situaciones (a veces).

- Tengo que irme, nos vemos, Tanjiro.

- De acuerdo, hasta luego.

Me dirigí hasta la entrada, preguntándome como Tanjiro sabía que había una persona en la cafetería junto a Tengen.
.

- ¿Super olfato?
Dije casi atragantandome.

- Si, ese chico es un peligro andante.

Me encontraba hablando con el veterano del internado para orates; hace poco me di cuenta que la cárcel para dementes y el internado estaban juntos.

- Sabe percibir sentimientos, olores de personas, y más.
El veterano hablaba serio.

- Eso explica que supiera que yo estaba junto a Tengen en la cafetería en la mañana.
Yo más que nadie sabe lo que es nacer con un sentido sobre dotado, así que, conocer a otra persona semejante a mi me hacía feliz. No sería el único fenómeno.

- Ten cuidado con el pelirrojo, su buen olfato es una especie de rastreador: no puedes escapar de aquí.

- ¡No pienso hacer eso!, Yo soy inocente, escapar es como nombrarme delincuente.
Tomé agua, tenía la garganta seca.

- Demente.
Mira quien lo dice, el que asesinó a su mujer.

- Lunático.

- Que raro eres, chico.
Podía ser un delincuente, sin embargo tenía buenos consejos que aportar, al parecer el una vez fue padre. Ahora mismo en este internado es mi salvación.

𝕌𝕟 𝕖𝕣𝕣𝕠𝕣⌫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora