\7/

150 18 3
                                    

Pov Omnisciente.

Empezando de cero de nuevo, exactamente, ¿Qué significaba ello?. Seguramente ni el ni Tanjiro sabían lo que era, pero lo estaban haciendo.

Quitó la mano del cabellos burdeos. Si empezaban de cero era mejor presentarse de nuevo.

— Soy Agatsuma Zenitsu — le extendió la mano. Era algo tonto, pero eso alegraría la cara de Tanjiro, pensó Zenitsu.

— Yo soy Kamado Tanjiro, un gusto conocerte — aceptó la mano de Zenitsu. Ambos se rieron.

— Creo que es hora que te devuelva tu cuarto. No hay motivo para seguir con la recompensa, ¿Verdad? — se soltaron las manos.

— No me importa, además, ahora estoy más cerca de los pacientes que antes. Quedate si quieres — su teléfono sonó.

Tanjiro contexto el teléfono de inmediato.
Zenitsu estaba fascinado por volver a ver un teléfono, extrañaba el suyo más que antes. Extrañaba estar en su casa...extrañaba el exterior, odiaba la jaula en la que estaba ahora.

— ¿Cómo?, Kanao, hablemos seriamente cara a cara...¡No puedes hacer algo semejante como eso!...¡No te atrevas! — Tanjiro estaba teniendo una discusión telefónica mientras Zenitsu escuchaba y observaba curiosamente.

— ¿Tanjiro?...¿Está todo bien? — se acercó un poco.

— Mira Kanao, ya hemos hablado de esto tú y yo — se despegó un poco del teléfono y tapó el micrófono — Lo siento, Zenitsu. Es un asunto importante, nos vemos luego.

Tanjiro se fue corriendo por el pasillo en dirección a las salas donde los trabajadores tenían los documentos y carpetas de los pacientes. El lugar donde siempre veía a Tanjiro entrar.

No era asunto suyo meterse en lo que estuviera haciendo Tanjiro, así que dio media vuelta. Pero se encontró con Shinjuro mirándolo con una ceja levantada.

— ¿Y yo soy el esquizofrénico de este lugar?, Pff, vayan a mirarse a un psicólogo...— se fue sin decir nada más.

— Viejo verde, solo cotilleando las conversaciones — escupió desde sus adentros.

— ¡TE HE ESCUCHADO!.

.

Tanjiro se quedó mirando estático en su mesa de trabajo. Conocía la ira descontrolada, pero lo de Kanao era a otro nivel.

Kanao estaba de vuelta...otra vez, pero más enfadada que antes. Tirando todo a su paso, como una verdadera loca.

El y Kanao habían comprado una casa para los dos en un pequeño poblado a las afueras de Tokio. La casa iba a ser su hogar, su nido de amor, pero cuando Tanjiro renunció a casarse esa casa se quedó sin dueño. Ambos no arreglaron el problema de "¿Quién se queda con la casa?" Y ahora se habían metido en problemas más mayores. Él, no Kanao.

— ¡¿Cómo es posible, Tanjiro?!, ¡Quédate con tu mierda de casa si quieres! — le lanzó una carpeta que halló en la mesa.

— Kanao, esta vez te estás pasando — pudo agarrar la carpeta. La volvió a poner sobre la mesa — Yo ya te dije que yo pagué la parte de la casa, ¿Por qué será que ahora nos piden más dinero?...¿Qué quieres, Kanao?, Tu también me dijiste que pagaste tú parte completa.

— ¿Qué quiero?, ¡Lo que quiero es quitarme todo lo que me recuerde a tu insensibilidad! — le arrojó unos papeles — Quiero vender la casa, pero hay un impuesto. Todo gracias a tu cambio de planes.

— Si quieres venderla toma la escritura y arréglalo TÚ — colocó sus manos en la mesa apoyándose.

— No voy a gastarme el dinero en algo que no me corresponde — se sentó en una silla — No me voy a ir de aquí hasta que me pagues tú parte de impuesto.

𝕌𝕟 𝕖𝕣𝕣𝕠𝕣⌫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora