Guia de Supervivencia Sexual Desclasificada de Lena

I

KARA POV

Solo tenía que ser yo ¿eh? Solo yo viviría esta maldita pesadilla después de todo lo que he pasado.

Honestamente, Kara no estaba segura de cómo ha terminado aquí. Aquí, al ser un rincón tranquilo y aislado de un café en una parte exclusiva del centro de National City. Físicamente,  ella sabe exactamente cómo llegó aquí. Ella voló en su traje y después de volver a ponerse su ropa de civil en un callejón húmedo, caminó por el parque cercano, con la esperanza de reunir al menos algún tipo de pseudo-confianza para superar esta reunión. Con la esperanza de sentir el sol en su rostro, con la esperanza de respirar un poco de aire fresco antes de que se encuentre con su sombrío destino. Incluso tuvo tiempo suficiente para ingerir un par de docenas de donas porque bueno,  como kryptoniana, quema muchas calorías durante un solo día y no Alex,  absolutamente no tenia ningún  problema con el estrés de comer. De cualquier manera, su fisiología le permite comer cantidades copiosas y Kara piensa que sería una vergüenza absoluta si no se aprovechara de eso. Además, NC realmente no necesitaba que se le pasara la quilla. Una Supergirl hambrienta es amiga de nadie y enemiga de todos. 

En un sorprendente descanso de su interminable monólogo interior lleno de tangentes, Kara se encuentra más asombrada por el hecho de que está emocionalmente  aquí. No quiere decir que esté emocionalmente atrofiada ni nada, Kara definitivamente tiene sentimientos. Grandes sentimientos. Sentimientos que se sienten pesados y sentimientos que ocupan espacio. Pero desde que salió como Supergirl, parece que la gente espera que mantenga dichas emociones bajo control la mayor parte del tiempo. Así que sí, Kara está sorprendida de que se haya metido aquí, sorprendida de que incluso se permita admitir que tal vez haya un problema. 

Cuando él sugirió esto inicialmente, al estilo clásico de Kara, con respecto a su novio, Mon-el, que era un estúpido cachorro con buenas intenciones, se quedó en silencio. Estaba allí, en su apartamento de alquiler compartido, con nada más que una sábana alrededor de su cuerpo musculoso. Parecía un pez abierto que había sido arrojado inesperadamente a la tierra. Mientras Mon-el estaba en su cocina, con el culo desnudo, bebiendo leche directamente de la jarra. Ajeno a la bomba que acababa de lanzar sobre la pobre y desprevenida cabeza dorada de Kara. Con cada silencio que seguía a la declaración y cada gota de leche que se deslizaba por su barbilla desaliñada, el comportamiento de Kara pasó rápidamente de la sorpresa a la ira. Había pensado: "¿Cómo se atreve? Y oye, ¡esa era la última leche que me quedaba! La última vez que lo comprobé, este asunto sólo me afectaba a mí, y ¿era realmente necesario sacar el tema ahora? ¿Justo después de la molesta metida de pata que es el sexo con él? ¡Me refiero a Rao! Ya estoy agotada de tratar de actuar con entusiasmo sobre los últimos 30 minutos de sexo y ahora esta mierda?"

Después de la discusión principal, Kara pasó las noches siguientes ahogando su ira en ron alderbaránico en el pub alienígena local. Pero eventualmente, el smog de ira que plagaba su mente se levantó y pronto se dio cuenta de que tal vez Mon-el tenía un punto, y a regañadientes, al menos lo probaría.  

Finalmente se armó de valor para llamar al número que Nia le dio. Nia había dicho que no se preocupara por cómo llegó a esa información, pero se aseguró de enfatizar que su fuente era de buena reputación.

"¡Solo confía en mí, Kara, prometo que esto valdrá la pena, esta mujer jura por el Dr. Kieran como si fuera su maldita religión!", había explicado, junto con el movimiento de sus cejas. Kara se sintió obligada, pero un poco nauseabunda.

Sin embargo, el héroe se había enterado desde el principio de que Nia estaba destinada a ser una reportera as. Así que tomó la palabra de la mujer como buena, luego respiró hondo y marcó.