Guia de Supervivencia Sexual Desclasificada de Lena

II

LENA POV

El reloj marca las 4 en punto y el intercomunicador del escritorio de Lena emite un pitido. Se quita las gafas, se pellizca el puente de la nariz y mira la hora.

"¿Sí, Jess?" Lena suspira, la emoción de esta mañana ya no está en el aire y el cansancio se nota en su voz.

"Dr. Kieran quiso que le recordara que se fuera a casa temprano hoy para que tuviera suficiente tiempo para ayudar a Colin con su proyecto de la feria de ciencias"

"Gracias Jess, vete marchando, yo saldré en un par de minutos. Nos vemos mañana, a las 9 en punto"

Cuando Lena terminó su segundo doctorado, puso en marcha su consulta y su línea de juguetes sexuales. Sus padres adoptivos, los Luthor, querían que se dedicara sólo a los negocios, pero Lena sabía lo que quería desde el principio, y no era un título en solitario. Ser una niña prodigio y tener un coeficiente intelectual de genio seguro que no fue un obstáculo para su vasta búsqueda de conocimientos. Tiene tres licenciaturas, todas ellas en empresariales, psicología y bioingeniería, y obtuvo un máster en las tres y un doctorado en las dos últimas. Se lo tomó como algo personal cuando escuchó por primera vez el viejo proverbio de que "el que es bueno en todo, no es bueno en nada". Decidió muy pronto que eso era mentira y que iba a hacer lo que quería de todos modos, y lo iba a hacer diez veces mejor que cualquiera de los que la rodeaban.

Y así lo hizo. Se graduó en el instituto antes de tiempo y se formó rápidamente en varias carreras. Cuando se encontró con una base sólida, Lena decidió que era el momento de tener un bebé, sin el asunto del matrimonio. No quería ser una de las madres mayores que no podían perseguir a su hijo por el parque y, para ser sincera, nunca pensó que fuera a ser la esposa de nadie, así que no vio la necesidad de esperar. Pero sí que iba a ser madre, y una buena madre. Así que aquí está, una madre soltera de 29 años, que es una mujer de negocios de gran éxito y una reconocida terapeuta sexual, con una casa increíble y todo el amor que necesitará en su vida en forma de un pequeño, pero increíblemente demasiado inteligente para su propio bien, niño de 6 años llamado Colin.

Se quita los tacones con un suspiro, Kara tenía razón, son asesinos, pero no de la manera que ella quería.

Lena respira hondo mientras hunde los dedos de los pies en la suave alfombra que hay bajo sus pies, dejando que el estrés del día se desprenda de ella y se hunda en el suelo, para así ponerse a gusto. Luego recoge sus pertenencias y se quita la falda lápiz negra y el top de seda para ponerse sus vaqueros azules favoritos y una camiseta negra lisa. Para rematar, se calza sus desgastadas converse blancas. Apaga las luces de su despacho, cierra la puerta y llama a su chófer de camino al ascensor.

Caminando hacia el vagón del ascensor, presiona la planta baja y se inclina a lo largo de la brillante pared espejada, dejando que su cabeza caiga hacia atrás. Ella mira fijamente su reflejo en el techo y deja que una sonrisa se arrastre por sus labios mientras hace un balance de todas las emociones del día en lugar de detenerse en la pila de informes del mercado de valores que aún no ha leído para su aventura comercial.

Es una maldita empresa de consoladores, siempre habrá una demanda para abastecer, deja de preocuparte.

En lugar de eso, piensa en esta mañana, sabe que tiene unos 20 segundos más de reflexión antes de que se abran las puertas y salga a la concurrida calle NC, pero eso no le impide dejar que su mente divague libremente.

Dios, la chica de acero. Joder. Es tan jodidamente hermosa también, no sé si alguna vez me he sentido tan atraída por alguien en toda mi vida. Tal vez debería enviarle un mensaje. Quiero decir que ella dijo cuando sea. Dios, esos ojos... ¿joder, esas manos? Cálmate, chica, actúa como una profesional.