9.¡maricona!

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Marizza:

Nos tocaba jugar una final provincial, es decir, si ganábamos salíamos campeonas de la provincia, íbamos a un nacional y si alguna jugadora se hacía notar supongo que podría llegar a ser jugadora profesional.

Estas cosas me emocionaban y al mismo tiempo me asustaba. Me asustaba no ser suficientemente buena como para hacerme notar, porque sí, yo deseaba con anheló poder cumplir mi sueño, que era ser una de Las Leonas.

Por si no lo saben, "Las Leonas" son el equipo nacional argentino de hockey.

Desde que soy una nena come mocos quería ser una de ellas, sin importar que ni como, yo quería serlo.

Y por eso entrene toda mi vida, cada día de la semana me pasaba en el gimnasio o en el club practicando jugadas, para llegar a ser alguien en el deporte que amo. Pero de todas maneras sabía que nunca iba a ser tan buena como las demás.

...

Cuando toco el silbato un escalofrió me recorrió, desde mi cuero cabelludo hasta las uñas de los pies, acelerando cada latido de mi cuerpo, era una sensación única.

Ustedes estarán pensando, "¿Cómo se va a poner así por un partido?" Estúpido ¿no?, Pero que se puede decir así soy yo.

- ¡VAMOS MARI, VOS PODES!-gritó Pilar abrazando la cintura de agustina desde las gradas al ver que estaba llegando al área a punto de hacer un gol.

Y así fue, metí un gol a minutos de empezar.

¡Mierda metí un gol en una maldita final!

Se sentía bien que todo el equipo, incluyendo a los entrenadores te feliciten y se avalancharan arriba tuyo.

...

Estábamos en un entretiempo, que duraba aproximadamente cinco minutos.

Mientras tomaba agua e intentaba respirar moderadamente normal después de correr quince minutos bajo el sol, escuche a un grupo de chicos ser regañados.

- ¡Son una manga de irresponsables!-gritó un señor aparentemente mayor.

-Pero es que nos quedamos dormidos-se defendió otro chico al parecer menor.

- ¡No hay excusas!, Sos El Capitán tenes que dar el ejemplo-lo regaño.

-Perdón yo-lo interrumpieron.

-no me interesa, ahora lo que quiero es que mires el partido-indico el señor.

-okey-respondió el otro.

- ¡Spirito a la cancha ya!-grito mi profesor sacándome de mis pensamientos.

No dije nada y entre.

The tipic fuckboy-Pablizza-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora