Capítulo 4

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~Almendra~

Una vez que ella me sacó de allí y se animó a hablar, lo primero que dijo fue;

- Lo siento, no pretendía decir eso, pero era la única manera que veía para que se alejara.- lo dijo mientras jugaba con sus dedos y su cabeza cabizbaja.

- Pero no me molestaba, me caía bien, podría haber sido mi amigo.- entrecerré mis ojos.

- No lo entiendes, ¿no? Él quería más que una amistad, Almendra, por eso se puso así cuando dije "novia", él no tenía intereses amistosos, tenía intereses amorosos.- levantó su cabeza mediante su voz iba tomando fuerza.

- Pero era mi decisión si le decía que sí o que no, si aceptaba o no su salida a Hogsmade.- hablé, algo enojada.

Claro que no hubiese aceptado su invitación a Hogsmade, quería pasarla con Andrómeda, pero yo debería de aceptar o rechazar, no ella.

- Si no hubiese intervenido, ¿lo hubieses aceptado? Sabiendo que no era de manera amistosa.- dijo, acercándose un poco hacia mí y provocando que me pusiera nerviosa y controle mi pelo y ojos para que no cambiara de color.

- Droms, sabes que no, sabes que me gusta pasar las salidas a Hogsmade contigo, además, no me gusta.- mi voz amenazaba con temblar cuando Andrómeda, mientras yo hablaba, se iba acercando cada vez más.

Andrómeda, ya a apenas centímetros de mí, posó ambas manos en mis mejillas, y rápidamente mi pelo, por más esfuerzo que hiciera, se tornó rosado.

- Droms...- susurré cuando se estaba acercando más, pero el avance fue interrumpido por una fuerte y estrepitosa risa proveniente de la escalera, demasiado cerca.

Ella se alejó rápidamente y me agarró de la mano.

- ¿Vamos al cuarto?- yo asentí, media aturdida. La lluvia de estrellas todavía no había pasado, pero yo estaba demasiado mareada como oara quedarme y esperarla.

En ese momento me quedó clara una cosa: Lo que sentía por Andrómeda no era simple amistad. Claro, no estaba muy segura de qué sentía hacia ella, pero amistad no era.

Pov Andrómeda:

Y, tras ese breve momento en que casi beso, por puro impulso, a Almendra, pude descifrar que no era sólo una amiga para mí. No, Almendra me gustaba.

Fin del pov de Andrómeda:

El viernes había llegado. Fingimos que nada había padado.

Estábamos en el bosque, yo contra el tronco de un árbol y Andrómeda apoyando su pecho en mi regazo mientras yo leía.

- Mendra, me aburro.- murmuró Andrómeda mientras se removía en su lugar.

- Duerme.- le dije yo sin prestarle atención.

- No quiero dormir. Hagamos algo.-

- Estoy leyendo, duerme un rato y luego haremos algo, ¿sí? Ahora, duerme un poco, no dormiste bien anoche.- le aconsejé, recordando que la noche anterior Andrómeda había tenido una pesadilla, como muchas otra veces esta semana, y más aun, estos años.

Flashback•

Era de noche y estaba leyendo La Última Cazadora, Pero unos sollozos me interrumpen.

- ¿Drome?- pregunté, medio alto y medio bajo. Al no obtener respuesta, me levanté y fui hacia ella, encontrado un bulto bajo la mantas, corrí su manta ye encontré con una Andrómeda que tenía los ojos cerrados y respiración agitada. La agarré del hombro y comencé a agutarla, repitiendo una y otra vez su nombre- Andrómeda, Andrómeda, ¡Drome, despierta!- me grité al final y Andrómeda abrió los ojos como si acabara de despertar de un trance, con los ojos cristalinos y algo rojos.

- ¿Mendra? ¿Tú... tú estás-estás viva?- fue lo primero que dijo, totalmente agitada, llevando ambas de sus manos a las mías, que estaban ahora una en su hombro y otra en su mejilla, acariciando en círculos de ésta en un intento de calmarla.

- Tranquila, Droms, estoy viva, estoy bien, ¿tú estás bien, Droms?-

- S-sí. ¿Puedes... puedes acostarte conmigo?- me invitó, tartamudeando.

- Claro, cariño.- ella se movió, dejando un espacio junto a ella en su cama, el cual ocupé a los pocos segundos, acostándome junto a ella mientras se acurrucaba en mi pecho- Tranquila, querida Andrómeda, Ya estoy aquí, siemore estaré aquí, cariño, puedes dormir, ¿sí? Duerme, linda.- la tranquilicé mientrss acariciaba su cabello.

Estuvo alrededor de dos horas sin poder dormir, hasta que cayó rendida al sueño, abrazándome por la cintura y con su cabeza apoyada en mi pecho mientras acariciaba de su cabello.

Unos minutos después repetí su acción, durmiendo mientras la abrazaba.

Fin del Flashback

- No quiero dormir.- protestó Andrómeda.

- Pareces una niña pequeña que protesta para no dormir.-

- Pero no tengo sueño.- volvió a decir.

- Sólo intenta dormir, estás muy ojerosa y ayer no dormiste bien.- le repetí.

- Bien.- refunfuñó y se acurrucó para caer dormida a los cinco minutos.

Y así pasamos el día. Andrómeda durmió y yo leí; cuando se despertó, caminamos por el bosque, bromeado y riendo.

Al día siguiente fuimos a Hogsmade.

- ¿Primero a la librería o Las Tres Escobas?- preguntó Andrómeda, agitando en el aire nuestras manos sujetadas.

- Le librería.- contesté yo, sonriéndole.

- Vamos.- sonrió y me llevó, tirando de la mano, a la libreria de Atanea.

Estuvimos largos minutos en la librería, hasta que un libro llamó mi atención, deteniéndome a leer su resumen, hojear sus páginas, oler la tinta y apreciar los pequeños detalles que siempre están en casa libro, que los diferencia de los demás y los hace únicos.

Una vez que me decidí por comprarlo, salimos de la libreria en camino a las tres escobas.

Cuando llegamos, nos sentamos en una mesa y pedimos dos vasos de jugo de calabaza.

- Hola chicas, ¿cómo están?- pregunta Pandora, sentándose junto a mí y pasando su brazo por mis hombros.

- Hola, Pands, ¿cómo estás?- interrogué, animada.

- Bien, ¿ustedes?- respondió ella.

- Bien.- le contesté y miré a Andrómeda, quien miraba a Pandora matándola con su mirada.

- Bien.- y ladeó su cabeza.

Cuando Pandora se fue unos minutos después, pues tenía que irse con su amiga, seguimos charlando hasta que se hizo la hora de irse.

Al llegar al dormitorio, me giré, quedando cara a cara con ella.

- ¿Qué rayos te pasó antes, Andrómeda?- le pregunté, entrecerrando los ojos.

- ¿Antes cuándo, cariño?- parecía confundida.

- Antes cuando vino Pandora y actuaste como si fuesen dos enemigas en una guerra fría.- le reproché.

- Mendra, yo... yo....- me tomó de las manos.

- ¿Podría besarte?- esas dos palabras pasearon por mi mente mientras yo asentía, aturdida.

Unió sus labios con los míos, que encajaron perfectamente entre sí, mientras yo hacía puntitas de pies por la leve diferencia de altura.







~Chica Indiscreta~

She Is Not My Girlfriend. - Andrómeda y Almendra-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora