~Almendra~
Nos separamos dos minutos después, recuperando el aire, viendo a los ojos opuestos y respirando el mismo aire, debido a la cercanía, de nuestras respiraciones agitadas por la pérdida del aire.
- Me gustas, Almendra. Lo sospechaba desde hace tiempo y el Domingo anterior lo confirmé.- dijo, una vez que recuperó el aire.
- Droms, te seré sincera, no hace mucho que lo sospechaba, fue desde el Domingo que lo fui dando vueltas también, pero ya lo sé. También me gustas; querida Andrómeda.- una mano mía estaba acariciando su mejilla y la otra su cabello.
Andrómeda se volvió a acercar, acortando nuevamente el corto espacio entre nosotras en un dulce, tierno y cálido beso hasta que volvimos a separarnos.
- Deberíamos ir a comer, cariño.- murmuró Andrómeda al tiempo que se alejaba más de mi rostro.
- Vamos, querida Andrómeda.- antes de que comenzara a caminar, me incliné sobre ella, dándole un corto beso y separando dos de nuestras manos cuando terminó, dejando dos juntas, como siempre caminábamos de la mano.
Una semana había pasado ya de eso; no volvimos a besarnos pero no dijimos nada más del tema, aunque cierta tensión estuviera ahí cada vez que nos acercábamos demasiado la una a la otra.
Estaba esperando a Andrómeda en la Sala Común a que bajara para ir, cuando se me acerca la prefecta, Alexia Mickelson.
- Hola, Almendra, ¿cómo estás?- dijo, muy animada al llegar a mi lado.
- Hola, Lexia, bien, ¿tú?- le sonreí.
- Bien. Oye, me preguntaba sí...- y en ese momento fue interrumpida por otra presencia.
- Lo siento, pero la necesito de urgencia.- Andrómeda me agarró del brazo y me llevó escaleras arriba a nuestro cuarto, pareciendo furiosa.
- Andrómeda, ¿qué...?- me empujó contra la pared, causando que mi espalda choque levemente con ésta, y colocó un brazo a cada lado de mi cabeza, siendo ella lo único que podía ver a mi alrededor- ¿Qué rayos te sucede, Andrómeda?- traté de escapar de su encierro pero ella me lo impidió.
Se acercó más, agachándose hasta llegar a mi altura, y se abalanzó sobre mis labios en un apasionado y salvaje beso, mi pelo cambiando a naranja y mis ojos igual.
Su mano atrapó mi cuello, en un agarre que no reflejaba violencia, sino lujuria, deseo y pasión, y la otra se quedó enredada en mi pelo, ahora naranja.
Se separó y yo la agarré de su cintura, tratando de atraerla para reanudar el beso, pero ella se resistió.
- ¿Qué hacía Alexia Mickelson contigo?- susurró, pues estábamos tan cerca que no era necesario alzar la voz.
- No lo sé, Droms, sólo se me acercó a hablar. No tienes por qué estar celosa, querida Andrómeda.- murmuré contra sus labios a medida que ella se acercaba. Segundos después estuvo lo suficientemente cerca para que yo llegase a sus labios y mordiera el inferior, sacando un gemido de sus labios contra los míos.
Atacó mis labios, en otro beso igual al anterior. Lamió mis labios aún en el beso, pidiendo una especie de permiso para entrar en mi boca. Yo la abrí y con su lengua se abrió camino, recorriendo todo hasta llegar a mi lengua y empezar una danza con ésta, causando un gemido de mi parte que quedó ahogado en medio del beso.
Llevó una se sus manos a mi muslo, levantando de éste hacia su cadera al tiempo en que llevaba mis brazos a su cuello, enroscando éstos ahí mientras Andrómeda soltaba mi cuello y me agarraba del otro muslo, repitiendo la acción y quedando yo con mis piernas enroscadas en su cintura y contra la pared.
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She Is Not My Girlfriend. - Andrómeda y Almendra-
FanficAlmendra Garvin es una metamorfomaga de 12 años que viene a Hogwarts para empezar su sehundo año tras sus tutoras haber conseguido empleos en Londres y una vacante para ella en Hogwarts, pues se encontraba mucho más cerca Hogwarts que Beauxbatons, d...