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La sonrisa estúpida en su rostro reflejaba la felicidad que sentía en ese preciso momento, la emoción que sentía era casi inexplicable. Y lo mejor, es que es la misma emoción siempre que volvía a verse con lee, penso que se le iba a pasar; pero, no. No fue así, sigue estando presente.
Realmente ella debería haber llegado dentro de unas dos semanas, pero al ser una de las mejores estudiantes pudo viajar antes que se frenaran las clases oficialmente.
Por lo que, ahora se encontraba afuera de su antiguo colegio a la espera de lee, que aun se encontraba en clases. Estaba en compañía de noah.
Cuando escucho el timbre que daba aviso a la salida de los estudiantes sintió que sus piernas eran de gelatina y que no iban a soportar su peso ni un segundó más.
— Ve por tu chico.— Dijo noah señalandole a Lee, que salia hablando con rachel y elle.
Elle fue la primera en verla, y rápidamente golpeo el brazo de su mejor amigo haciendo que la viera al segundo.
Corrió a los brazos de lee, con mucha emoción llamando la atención de varios estudiantes; pero, eso no importo en lo más minimo. Él la cargo entre sus brazos, haciendo que ella enredara sus piernas a la cintura de él.
—¿No llegabas dentro de unas semanas?— Consulto mirandola con asombro.
—Si, bueno, pasaron cosas y pude llegar antes.— Sonrió.— ¿No estás feliz de verme? Vamos a podes pasar más tiempo juntos.— Se bajo quedando frente a él.
— Por supuesto que estoy feliz de verte, como no voy a estarlo.— Aseguro con una sonrisa antes de darle un beso.— Te extrañe tanto.— Murmuro entre el beso.
— Yo igual, bonito.— Se alejo de él con una sonrisa, aunque lee no la dejo alejarse mucho y la abrazo por los hombros, haciendo que ella lo abrace por la cintura.
— Ella es rachel, es una amiga.— Presento a ambas chicas. Las dos se sonrieron.— Y bueno, rachel, ella es mi novia, daka.
— Es un gusto conocerte, Lee, suele hablar mucho sobre vos y lo linda que sos.— Comento la pelinegra mientras comenzaban a caminar.
— El gusto es mío. ¿Así que hablas de mi?— Miro a Lee de forma acusadora, haciéndolo reír con nervios.
— Solo aveces.
— Eso significa que lo hace todo el tiempo.— Intervino elle uniéndose al abrazo de la pareja.— Yo puedo confirmarlo.
— Bueno, es bueno saber eso, cariño. Es muy lindo de tu parte.— Le aseguro con una sonrisa.— Ya quiero ver a quesadilla, la extrañe tanto, tanto.
— Oh, es hermosa esa gatita.— Intervino rachel, ganándose la mirada de la rubia.
— Si, es hermosa. Es nuestra hija, los genes son bastante afortunados a decir verdad.— Comento en un tono divertido.
— Lo se, no quiero imaginar lo bonito que seria un hijo real nuestro. Seria perfecto.— Comento lee con asombro haciéndola reír.
— Guarda, no van a ser un poco egocéntricos.— Soltó noah al escucharlos.
