Tomarlo en serio.

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  Aún tenía algunos moretones en los hombros que le hacían estirarse mientras avanzaba sobre el camino asfaltado entre los árboles para aminorar el dolor; manos en los bolsillos cuando se recuesta contra un árbol, concentrado en la música brotando de los auriculares. Más atrás se podía apreciar a un Yuta algo agotado de perseguir al otro, llevaba un buen rato llamándole.

— Inumaki-Kun... —El pelinegro tira del cable de los auriculares suspirando, recostándose de igual manera contra el mismo tronco.

— ¿Mostaza? —Inumaki se cruza de brazos divertido.

— Sí, quería saber qué tal te había ido ayer... No te había visto en toda la mañana —Habían enviado al más bajo a deshacerse de una maldición de grado menor; aunque no duró mucho tiempo para conseguir el objetivo, aquella había logrado acertar en ciertas ocasiones, haciendo que se lastimara un poco.

Así entonces el de marcas responde con su celular vía texto.

-"Nada grave".

Antes de que Yuta pudiera decir algo, un balón de fútbol rueda hasta sus pies.

— ¡Oi! ¿Quieren jugar? —Itadori vestía deportivo, tras él calentaba Panda y Megumi se veía normalmente serio, quizá pensando en como había accedido a participar.

— ¿Por qué no? —Responde entonces el más alto tomando el balón entre sus manos. Inumaki estaba dispuesto a seguirles, pero no contaba con que perdería el equilibrio debido a un repentino punzante dolor en la pierna. El chico cierra sus ojos con fuerza extrañado, haciendo una mueca mientras hacía presión en el lugar.

— ¿Todo bien..? —Pregunta el de cabellos color rosa palo— Creo que algo le pasa... —Extrañado por sus palabras Yuta vuelve la atención hacia donde Itadori fijaba la mirada.

El pelinegro se acerca algo preocupado. Inumaki se dispone a avanzar nuevamente, fallando en el intento para así terminar apoyado en Yuta, quien estando cerca le sostiene.

— Te llevaré en mi espalda a tu habitación... —Este se pone de cuclillas, llevando así la mirada sobre su hombro esperando a por el contrario. El de cabellos blancos vacila un momento, él estaba seguro de que no era nada grave. Deja que el de abajo sostenga sus piernas mientras le abraza por los hombros; una vez estuvo bien sujeto el otro se incorpora.

— ¡Nos vemos luego! —Itadori se despide con su mano, echando a correr hacia donde los otros le esperaban.

• • •


Deberías dejar que la señorita Shoko te revise... —Estaban sentados uno frente al otro, el de ojos violeta le fulmina con la mirada, haciendo que el de las ojeras ría leve y arremangue su chaqueta.

— Vale, ya entendí... ¿Aún sigue doliendo? —Pregunta entonces. Llevaba ahora el de cabellos blancos un pantalón corto deportivo, había tenido que untarse una pomada ya que había aparecido un hematoma en su muslo. Seguro algún golpe que no había tenido tiempo de ver.

— Atún... —Toma su celular y textea.

-"Duele menos".

El ojiazul asiente y lleva una mano a su nuca, ladeando el rostro.

— Por cierto... ¿Cuándo me vas a..? —La palabra queda en el aire, el de enfrente enarca una ceja.

-"¿Lo de besar?"

Pregunta por mensaje viéndole, el chico baja la cremallera parte del uniforme y se mantiene expectante.

Yuta confundido parpadea.

— ¿Ahora?

— Salmón... —Inumaki se encoge de hombros. No era nada del otro mundo.

El de vestimenta clara traga seco, decide llevar su cuerpo un poco más al frente para acortar la distancia y seca las manos contra sus rodillas. Inumaki podía darse cuenta que estaba nervioso, así que pensó rápidamente en una solución.

-"Espera un momento".

Este estira su brazo a la mesita de noche y toma una caja de galletas alargadas Pocky. Saca una de ellas y la muestra, la lleva a sostener entre sus incisivos y espera a que el otro se acerque.

Yuuta ya había visto ese tipo de juego antes, pero participar era otra historia.

— ¿Vamos a jugar? —Cuestiona dudando en como sería aquello ayuda en su misión. El peliblanco textea.

-"Es para que no se te haga incómodo acercarte al rostro, mientras te concentres en la galleta no dudarás tanto"

— Oye, buen punto... —Ahora que comprendía toma una pequeña respiración profunda, atreviéndose a tomar entonces entre sus dientes el extremo libre de aquella fina galleta cubierta de chocolate. Las manos le sudaban, se preguntaba cómo el otro chico se veía tan relajado. Inumaki le mira retador y así es como comienza a dar pequeñas mordidas a la galleta, respiraba despacio cada que se acortaba un poco más el espacio entre sus rostros. Hasta donde había llegado podía sentir ya la respiración del contrario sobre sí, por lo que inesperadamente rompe la galleta al comenzar a reír.

— Lo siento... Es que es muy raro... —Nunca se había imaginado estar en una situación así con su compañero.

Inumaki come lo que le había quedado de aquella galleta y nega escribiéndole.

-"Qué gay".

Yuta carcajea dejándose caer sobre la cama, el otro le ve divertido y ríe nasal. El de marcas le envía:

-"La próxima tienes que tomarlo en serio".

Yuta lee en su celular y levanta un poco el torso recostado sobre sus codos.

— Tienes razón... La semana está corriendo...

— Salmón...





"𝐄𝐧𝐬𝐞́𝐧̃𝐚𝐦𝐞" ‖ 𝖸𝗎𝗍𝖺𝖨𝗇𝗎.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora