El comienzo de la fiesta - II .

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— ¡Vamos Itadori!

El de cabellos rosa le dedica media sonrisa a Kugisaki, cayendo sobre su frente los algo húmedos cabellos debido a la actividad. Se relame los labios antes de liberar el agarre del botón en su saco, tan sólo utilizando su mano libre para así tomar suficiente aire y acercarse de nuevo el micrófono.

Where you think you're going, baby?  ( ¿A dónde crees que vas, cariño?) —El chico señala de vuelta a su compañera enarcando una ceja. Quienes les escuchan encuentran su voz dulce, siendo primera vez que le aprecian sin bufonerías de por medio, una un tanto extraña -pero grata- sorpresa.

Hey, I just met you, and this is crazy  (Ey, acabo de conocerte, y esto es loco) —La de cabellos cortos sonríe ampliamente, arrugando la nariz al moverse con el ritmo de la música.

But here's my number, so call me, maybe  (Pero aquí está número, así que llámame, tal vez)  —Cantaron ambos chicos de primero al unísono, volviéndose hacia la proyección. La idea del karaoke había sido asombrosa para éstos ubicados en medio del lugar, agradecerían al profesor Gojo cuando se lo toparan luego.

Casi se podía palpar la alegría en el ambiente, los presentes se repartían en pequeños grupos por aquí y por allá al rededor de los chicos interpretando la canción, subiéndoles los ánimos.

 Megumi Fushiguro tarareaba con disimulo aquella pegajosa letra, la cual ni bien sabía de dónde había aprendido. Descansando ambos codos hacia el frente, sostiene el peso del torso contra sus rodillas y mantiene una lata de soda entre sus manos. Sonreía ladino ante la imagen de sus compañeros tan entusiasmados, hoy estaban siendo considerablemente menos insoportables en comparación a lo usual. 

— But here's my number, so call me, maybe (Pero aquí está número, así que llámame, tal vez) —Una vez más las voces del chico y la chica se fusionan, la castaña toma y tira coqueta de la corbata de Itadori, volviendo la vista sobre su hombro para señalar al chico pelinegro siendo espectador. Aquel chasqueó su lengua al recibir de parte de ambos un guiño seductor, divertido rueda los ojos negando y sosteniendo el puente de su nariz.

Mientras, en una esquina del salón, se encuentra la mesa de aperitivos. Donde lo que en verdad se podía encontrar con abundancia eran frituras, soda y ponche. Frente a ella, el chamán de grado especial inspecciona aquel líquido carmesí de fuerte y exótico aroma, sabía que contenía alcohol -probablemente en pequeña cantidad- al haber sido preparado por las señoritas Shoko y Mehime. La música resuena fuerte y claro en aquel lugar, cosa que lo mantenía entretenido y con la vista fija en uno de los vasos plásticos para fiesta color rojo, curioso.

— Algas... —Sintió a alguien picarle el hombro. Una voz conocida que le arrebata una sonrisa inmediata. Se vuelve sobre sí para encarar al chico de cabellos claros, quien ahora guarda las manos tras su espalda. Parpadea varias veces, las luces de fondo logran hacer difusa la silueta del más bajo; aun así no le era difícil ubicarlo.

— Hey... —Yuta saluda, procediendo recostarse contra la orilla de la mesa y dejando ambas manos sujetas al borde. Le gustaba mucho lo que el del discurso vestía, porque en verdad lo lucía. Pensaba para sí que era muy diferente a otros atuendos capaz de recordar, probablemente debido al porte formal. Pese a ello, lograba encontrarlo adorable e indudablemente muy apuesto.

Por su parte el del discurso agradecía llevar mascarilla, ocultando tras ella parte de su impresión ante lo que viste el más alto. Yuta se veía increíble, usando un conjunto formal color gris oscuro de chaleco y sin saco; le gustaba la corbata azul eléctrico porque lograba resaltar el de sus ojos. Además, encontraba agradable la manera en que el chamán se había arremangado hasta los codos la camisa. Era primera vez que le veía vistiendo con tal formalidad, aún teniendo un aire casual e incluso rebelde debido a los cabellos negros yendo en varias direcciones. Toge estaba impactado.

— ¿Estás bien? ¿Quieres beber algo? —El de grado especial toma del codo al de cabellos blancos, acercándolo para que pudiera escucharle mejor.

El del discurso asiente perdido en como los ojos del contrario se oscurecen y reaparecen por las luces titilando en pausados intervalos.

— Salmón... —No se había si quiera acercado lo suficiente cuando alguien llama la atención del grado especial al tomarle del brazo, Kugisaki, quien tiraba de él a la pista.

— ¡Venga, Senpai! Yo sé que le gusta esta canción...  —Se escuchaba ahora por los altavoces "Something Super Sweet", de Rory Webley. Las mejillas de Yuta habían adquirido una leve tonalidad rosa mientras reconocía la pista ¿Cómo los de primero sabrían que solía escuchar canciones melosas? Le dedica una mirada al de cabellos platinados, disculpándose con una pequeña sonrisa mientras ahora se veía frente a la pantalla de karaoke.

Toge sufrió escalofríos cuando escuchó aquella voz calma entonar la letra de aquella suave canción, y parecía que no era el único conmovido, puesto a que toda la sala le dedica ahora su completa atención. Sabía que Yuta estaba algo nervioso, lo podía ver en sus facciones, sin embargo parecía relajarse mientras más se adentraba en la melodía.

Se sirvió por sí mismo ponche, huyendo de la imagen del grado especial de aquella manera, apuesto y tranquilo. Sentía el corazón en la garganta, su voz le nubla los sentidos. Palpa su bolsillo, siendo consciente de que ahí permanece el trozo de papel que contiene todo lo que siente por el otro chico. Cierra los ojos momentáneamente, suspirando. Tenía miedo. 

— Hola, Inumaki-Kun... —Reconocía la voz de la fémina, debía tratarse de Nishimiya—.

— Algas... —Levanta su mano para saludar, girándose hacia la de Kyoto. La chica lleva un vestido color rosa pálido, decorado con encajes en las cortas mangas y un pequeño lazo en la cintura—.

— ¿Está bueno el ponche?  —El del clan serpiente asiente, sirviendo rápido una bebida para aquella ahora a su lado. Percatándose de que lleva los rubios cabellos sueltos, decide hacerle un cumplido—.

— Hojuelas de bonito... —Le tiende el vaso plástico lleno, tomando un mechón de cabello de la contraria y pasarlo tras su oreja, para así levantar el pulgar sonriendo. Esperaba haberse hecho entender.

— Gracias... —Debido a la poca iluminación, Toge pasa por alto la manera en que los pómulos de la más chica se encandilan.

Una vez la sala se llena de la voz de Miwa interpretando "Cloud 9", de Beach Bunny, el cuasi-primer grado busca rápido con la mirada al grado especial, suspirando aliviado al verlo acercarse de nuevo en su dirección.

— ¡Okkotsu-Kun! ¿Por qué no juegas con nosotros? —Mai y Maki entran en su campo de visión, interceptando a Yuta.

— Oh... Bueno... —Responde el de leves ojeras.

— ¡Mis amigos! No sean aguafiestas... Vengan también... —Aoi Todo había aparecido por la espalda de la rubia y del de marcas en los pómulos, arrastrándolos consigo a un círculo conformado por variedad de alumnos—.

Megumi Fushiguro, Itadori Yuji, Noritoshi Kamo, Mechamaru, Mai, Maki y Yuta ya se encontraban ya sentandos en el suelo, así los que recién llegan van ubicándose.

— Juguemos a la botella... —Propone Kugisaki, acabando de acercarse desde la mesa de aperitivos. Todos entrando leve pánico niegan—.

— Verdad o Reto... Eso es mejor... —Dice ahora la peliverde de Kyoto, cruzándose de brazos—.

—Estoy nerviosa... —Murmura Momo, logrando que el del discurso le escuchase; sintiendo ternura acaricia un poco sus cabellos—.

— ¡Toge Inumaki! ¿Cuál es tu tipo de mujer? —Todo logra ubicarse a su derecha, invadiendo todo su espacio al formular dicha pregunta. Parpadeó por lo repentino de ello, desviando la mirada al de ojeras, ubicado justo frente a él.

— ¡Comencemos! —Mai llama la atención comenzando a girar una botella de vidrio. El sonido generado por aquella contra el suelo de madera le parecía ensordecedor, ambos chicos cruzando miradas mientras aquella baja la velocidad.

Y sabía entonces que sería una noche larga.










"𝐄𝐧𝐬𝐞́𝐧̃𝐚𝐦𝐞" ‖ 𝖸𝗎𝗍𝖺𝖨𝗇𝗎.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora