Cotton Candy [GyuBin|SooGyu]

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BeomGyu se encontraba tirado en su cama, viendo los comentarios de su último vídeo donde se despidió de todos temporalmente, agradeció a cada uno por sus palabras de aliento y miró su habitación suspirando.

Paró su vista en el rincón que sobresaltaba entre todos los colores negros y rojos, y se acercó a él sonriendo viendo el pequeño rincón que su novio hizo allí cuando estaba aburrido.

Habían algunas fotos de ellos dos en citas, otros eran pequeños dibujos que SooBin hacía mientras él grababa, el resto eran pequeñas notas pegadas con mensajitos de parte del mayor.

''Beommie eres un sol, jamás apagues tu chispa''

''Sigue adelante con tus sueño Beommie!^^''

''Siempre te apoyaré Cariño''

''Te Amo''

Sonrió melancólico, había pasado otro largo mes desde que SooBin presentó mejorías y YeonJun les contó que el doctor le dio más posibilidades de despertar.

Solo que también les dijo que si se cumple un año y no presenta más mejorías o signos de despertar, comenzarían con exámenes para asegurarse de que no tuviera muerte cerebral.

De lo contrario, simplemente le desconectarían si llegaba al año y medio.

Tragó en seco con la sola idea, sacudiendo luego su cabeza para sacar esta de allí, no quería ni imaginarse aquello.

Faltaban solo dos meses para que se cumpliera el año del accidente y de que su novio entró en coma, no supo en que momento el tiempo pasó tan rápido.

Suspiró y miró las cajas amontonadas en una esquina de la habitación, había logrado comprar un pequeño departamento cerca de su nuevo trabajo como productor y la editorial donde hacía reseñas, su paga era buena y su horario igual, aparte de que hacía lo que más le gustaba.

Así que comenzaba la hora de empacar, ya que en menos de cuatro semanas el departamento estaría listo para recibirle.

Tomó una de ellas y allí comenzó a guardar con cuidado sus cámaras y equipos de grabación, micrófonos, audífonos, aros de luz y más, sellando la caja cuando estuvo llena y marcando esta para no confundirse de caja.

En otra guardó sus electrodomésticos como sus laptops y sus dos monitores, marcando la caja.

En otra fueron todas sus cornetas y cosas extras que entraban allí como regalos.

Miró su habitación y decidió dejarla así, llena de posters y sus marcas representativas, solamente sacando su poster favorito y sus fotos con su novio y amigos junto a las notas y dibujos de su Algodón de azúcar pensando en hacerle en su nuevo hogar un rincón solo para él de igual modo.

Y así estuvo gran parte de la tarde, guardando sus cosas personales en cajas y ropa en maletas dejando solo las que usaría mientras aun esté en su hogar.

Miró una pequeña jaula que descansaba sobre su escritorio y sonrió acercándose viendo a Odi, el pequeño erizo mascota de su novio que él mismo le regaló cuando el animal apenas había nacido.

Tras el accidente y el que SooBin ahora estuviera en el hospital, YeonJun, Kai y él se turnaban para cuidarlo, mayormente siendo YeonJun quien se lo quedara ya que el erizo aun no entraba en suficiente confianza con Kai y le tenía cierto odio a BeomGyu.

¿Irónico no?, el erizo que él mismo le dio a su novio le tiene odio.

Solo que YeonJun esa semana estaba de viaje por trabajo y Kai tenía doble turno, así que le tocó a él cuidarlo en lo que el Choi mayor volvía.

-- Bien Odi, sé que me tienes odio, pero solo por SooBin intentemos llevarnos bien, ¿Vale?, estaremos toda esta semana juntos, sé que extrañas a SooBin a igual que yo, pero solo es cuestión de tiempo para que vuelva, ya verás --sonrió siendo ignorado por completo por el erizo quien se fue a dormir-- Uh, odioso.

Rió y miró la puerta ser abierta, viendo a su padre entrar y mirar con sentimiento el lugar.

-- Se ve raro sin tus cosas... --mencionó.

-- Sí lo es, pero bueno, es parte de crecer --rió leve y dejó un poco de comida para el erizo en su jaula antes de irse a tirar a su cama.

-- Lo sé --suspiró y sacó de su espalda, donde tenía su mano escondida desde que entró, un algodón de azúcar de tono azul pastel y se lo tendió a su hijo-- Toma, últimamente lo comes mucho así que pensé que te gustaría --sonrió.

-- Oh, gracias... --sonrió y aceptó gustoso el dulce sacandole la bolsa que lo cubría y comenzó a comer.

-- ¿Comenzaste a comerlo por SooBin no? --le miró enternecido cuando el menor asintió.

-- Al final si se salió con la suya y volví a comer dulces más seguido --rió y comenzó una charla amena con su padre, sacando algunos recuerdos de su infancia y los pocos momentos con su nuero.