Capítulo 3

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Después de abandonar la habitación de Helmut se marchó sin mirar atrás, dejando el:

"Adiós, James" de Zemo colgado en el aire.

Le propuso a Natasha salir con él, dos semanas después de la última noche que pasó con Zemo. No lo hizo al instante por respeto a ella y así mismo. ¿Quién termina una relación e inicia otra de inmediato? Su relación con Zemo no era romántica así que tampoco debía sentirse culpable.

La palabra  brillante para describir su cita se quedaba corta al día que pasó con la Natasha. Habían estado dando vueltas en la motocicleta de la joven, si Bucky hubiera sido otro tipo de persona tal vez se hubiese ofendido de que Nataha prestara su propia motocicleta para dar una vuelta y él no tuviera una.

Quizá ella sabía que estaba ahorrando para una. Nunca se sabía.

Como fuere, Bucky no pudo estar más que feliz mientras ella manejaba la motocicleta y él se aferraba a su cintura, burlándose de sí mismos, al tiempo que un motón de insectos chocaban en sus protectores.

Se colaron en el espectáculo de títeres de unos niños exploradores en el parque, y Bucky compró una cantidad sustanciosa de galletas, más por impulso que por gusto. Las marionetas bailaban con esas  vocecillas molestas y desalineadas formas de presentarse. Bucky encontró la mano de Natasha. Ella lo miró de reojo, comiendo una galleta de nueces. Las migajas se quedaron en su brillo labial, Bucky no era tonto. La obra estaba por culminar. Se acercó a ella.

—Tienes migajas en los labios —le dijo él, ella fingió no entender.

—Tal vez puedas ayudarme.

Bastó para que Bucky se inclinara en el desenlace final del pequeño Burro Alfred y su mejor amigo Juan. Acercó sus labios y la besó. Bucky se perdió lo suficiente para sujetar la cara de la joven y profundizar. Hubiera continuado de no ser por la abuela de unos de los actores empezó a golpear a Bucky con un periódico de ayer.

—¡Jovencitos calenturientos, no vengan a besarse en la obra de mi nieto!

Entonces huyeron. Ante las risas de los demás, algunas miradas furiosas y otros silbidos de alabo hacia Barnes. Viajaron kilómetros, volaron altos y gracias al cielo terminaron ilesos frente a una heladería en el centro. Las cosas se quedaron en calma, Nat se recargó contra el asiento de la moto, Bucky se detuvo frente a ella, era ameno silencioso, feliz.

—Entonces —habló la joven luego de un rato en el que ambos no paraban de mirarse —. Zemo y tú...

Bucky se atragantó con su helado de fresa.Era terriblemente incómodo tocar el tema, suponiendo que la chica aceptara ser su novia.

"Una buena relación requiere honestidad, aunque sea cruda, asquerosa o dolorosa". Era el tipo de declaraciones que Zemo solía decir.

Tal vez Bucky debía tomarle la palabra.

—Te dije que las cosas tienen un fin. Después de esa noche... lo dimos por terminado.

Bucky tensó el cuerpo esperando la reacción de Natasha porque era obvio que terminarlo no acabó con un apretón de manos. Ella cerró los ojos, fueron eternos los segundos para Bucky queriendo saber lo que sucedía en su cabeza. Se relajó observando los labios de Natacha formando una sonrisa.

—Una merecida despedida espero.

Barnes dejó el vasito de helado junto a la base del poste de luz. Habló por  la necesidad de aclararlo.

—Él no significó nada para mi.

La joven retiró la cuchara de su boca con una sonrisa en el rostro.

—Es justo lo que diría alguien que se ha enamorado de su compañero sexual.

Bucky arrugó la nariz horrorizado, enamorados era un término demasiado fuerte para describir su acuerdo.

—Sinceramentede no ser por Steve hubiera creído que ustedes estaban en una relación.

Bucky balbuceó sorprendido. No estaba claro para su mente si ella hablaba en serio o no. Si jugaba o estaba enojada. ¡Helmut y él en una relación! Era lo más estúpido que había escuchado en su vida.

—Zemo y yo... ¿por qué creerías eso?

Claro que sabía porqué lo pensaban, los besos en los vestidores, Bucky corriendo para llegar a sus citas para el sexo... y otras no tanto para ello, después de los entrenamientos.

La rubia se encogió de hombros.

—Es lo que piensan todos del equipo. Que él y tú están juntos.

Bucky sintió su rostro calentarse inexplicablemente y punzadas en el estómago.

—Se equivocan era sólo sexo. Nada más, el chico no es lo que quiero —se cruzó de brazos.

—Quiero decir —continuó ella dirigiéndose al bote de basura frente a ellos—. No te juzgo si tenías un compañero sexual... yo lo tuve alguna vez, es simplemente que un día piensas que estás listo para salir de allí y luego te das cuenta que de alguna manera te has enamorado. —la joven se quedó observando un punto fijo, Bucky prefirió no preguntar, quizá para ella fuese más difícil hablar de lo que sea que estuviera pasando por su mente en ese momento.

—Es cierto —Bucky se acercó a ella para rodearla con un brazo en su cintura, deseando borrar dudas de cualquier pensamiento de su supuesto romance con Zemo —.Pero a mi no me gusta ese chico, fue diversión. Yo quiero algo serio, algo real con alguien que valga la pena.

Natasha pareció salir de sus cavilaciones y sonrió.

—¿No temes por tu pierna después de esa declaración?

Bucky sintió un leve hormigueo de miedo y reproche intenso.

—No, si se trata de ti.

Bucky cerró su distancia besándola dulcemente.

—Me gustas, me gustas tú.


Fue definitivamente la cita perfecta, no podía faltar más,  después de ese beso y declaración ambos habían expresado sus sentimientos aceptando salir con él otro. Pudieron seguir jugueteando como novios recién nombrados de no ser por aquella motocicleta que se estacionó frente a ellos amenazadoramente. Dos chicas estaban en ella, y sólo una retiró su casco.

Bucky quedó frío al verla.

Yelena miró a su hermana y le dijo algo en ruso que Bucky prefirió no descifrar. Aunque su ruso había mejorado gracias a Zemo, en ese momento cerró sus oídos a cualquier conversación ajena. Yelena Belova, hermana de Natasha, chica rebelde que solía sonreírle y saludarle con un ceñudo: "Hey Barnes" cuando estaba con Helmut. Estaba mirándole como si fuera la peor escoria del mundo.

Bucky se masajeó el cuello sin saber dónde poner la cara luego que la hermana de su novia no respondiera su saludo y se dirigiera expresamente a Natasha. Claro, Bucky debía recordar  que Yelena pertenecía al grupo de amigos "matones" de Zemo. Y no sabía que le preocupa más, si Yelena lo considera un mal cuñado o lo que esta le dijera a Helmut.




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Amigos sin Beneficios | Winterbaron | Zemo/IkarisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora