Capítulo 7

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Bucky estiró  sus músculos después de entrenar. Su cuerpo dolía un poco menos al quitarse las hombreras. Movía sus hombros en círculos con ese cansancio particular luego de cada entrenamiento. El día del partido se veía a una semana y el equipo ya estaba siendo apaleado con el brutal entrenamiento impuesto por su nuevo mariscal. Ikaris estaba tratando de ser un buen suplente, quería hacer lo posible para salir victorioso ese día, aunque desde que llegó al campo parecía frustrado y cohibido. Su ánimo desalentado había repercutido negativamente en los demás miembros del equipo.

Después de atraparlo a escondidas en los vestidores con vaya a saber quién, Bucky sabía que había problemas en el paraíso. Ikaris era un rompecorazones solitario, las chicas lo adoraban con sólo ver su rostro y hablar con él por dos segundos, no obstante, se caracterizaba por ser un tipo reservado y tranquilo, no acostumbraba hablar de sus parejas, Bucky únicamente le había conocido a Sersi de novia.

Barnes comprendía que las relaciones  eran complicadas (quien mejor que él lo sabía), pero hacer que un sujeto como Ikaris llegara al punto o extremo de darse el lote sin cuidado en los vestidores del equipo y luego mantenerlo frustrado en su entrenamiento era casi imposible. Algo realmente bueno debía tener la chica para que el capitán colgara de un ala. Ciertamente a Bucky le causaba curiosidad conocer a esa chica que tenía de esa manera al pobre Ikaris.

Continuando con sus rodilleras gritos y silbidos acompañados de su nombre lo sacaron de sus pensamientos. Sonrió estúpidamente al notar la grata presencia de la chica más hermosa del mundo: Natasha. Ella se hallaba en las gradas mirándolo un poco avergonzada ante las miradas de los demás.

—¡Hey bastardos dejen de mirar a mi chica o los aniquilaré a todos! —gritó corriendo directamente hacia ella. Brincó la barricada alegremente. Sin reparos, sujetó la cintura de la joven  y la besó exageradamente, formando un arco en la espalda de la joven por el peso de su cuerpo. Los gritos renovados de felicitaciones y albur no lo detuvieron —. ¿Qué hace una belleza como tú en un lugar repleto de salvajes?

Natasha rodeó la cintura de su novio en un abrazo y comenzó a reírse.

—Cuide su lengua que mi novio pertenece a esos salvajes —Bucky no tuvo que esperar demasiado para volver a besarla y perderse un rato en sus labios.

—En realidad —dijo la chica después de separarse un poco, tomándose su tiempo para hablar —. Quería saber si sigue en pie lo de esta noche.

Bucky entre cerró los ojos, seguía causándole un poco de conflicto la forma tan suave en la que ella se dirigía a él, como si estuviera buscando las palabras correctas para no arruinarlo.

No iba hacerlo. Ella era increíble.

—Claro que sí, preciosa. ¿Adivina a dónde iremos? —Bucky sacó las llaves de su bolsillo derecho haciéndolas sonar —. A dónde tú quieras, Barton me prestó su automóvil, así que dime el lugar y yo te llevaré.

Natasha parecía complacida y emocionada, ese tipo de expresiones a las que Bucky no estaba acostumbrado, no al menos provenientes de una pareja reciente.

—¿De verdad?

—Todo para mi chica —tal vez no fuera el tipo con millones en los bolsillos, pero cuando se lo proponía podía cautivar a su chica —. Así que dime. ¿Dónde iremos?

No obstante, Natasha desvió la mirada hacia el campo, perdiéndose levemente. Observó al resto del equipo que comenzaba a desaparecer gradas arriba, directo a los vestidores. Paseó la mirada varias veces como si buscará algo o alguien. Bucky volvió a llamarla para atraer su atención. Ella sacudió la cabeza como si saliera de un ensueño.

Amigos sin Beneficios | Winterbaron | Zemo/IkarisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora