Bucky se sumergió en el placer de los dedos de Zemo enredándose entre las hebras de su cabello, había perdido la cuenta de cuántos días transcurrieron desde la última vez que Zemo le mimó el cabello en una cama con la desnudez hipnótica de la que Bucky se aferró con locura durante mucho tiempo. El dolor en sus miembros era acaparado por las manos frías de Zemo paseando hábilmente por su cabello y nuca.
—Mira como te dejaron —la mano de Zemo descendió directamente a su barbilla acariciando suavemente el moretón que Ikaris había coloreado en sus labios, Bucky parecía un cachorro entregado a las caricias de su amo, del original, confortándose en las manos benditas y no ajenas que no apaciguaron su sediento corazón por los meses que estuvo perdido tratando de hallarlo en otros brazos, fue increíble como un simple toque lo encapsuló en esperanza.
—Helmut.
Bucky lo atrajo hacia él con fervor, el ardor se intensificó en su brazo izquierdo donde la sutura aún palpitaba pero no importó, sus brazos rodearon la cintura del joven, y éste llevó las manos a las mejillas magulladas de Barnes sin dejar de mimar. Bucky hundió su rostro en el estómago del joven, inhalando el asombroso perfume de su cuerpo, el perfume que hace unos meses se impregnaba en él, se adhería como una etiqueta deliberada. El confort del aroma subió a sus mejillas y temió perderlo de nuevo. Apretó a Zemo, necesitaba eternizar el momento, porque no sabía ni quería pensar en lo que vendría después, porque allí afuera todo era un espectáculo, había una chica esperándolo, un castigo o suspensión evidente y muchos reclamos... por primera vez temió como un verdadero cobarde y deseó quedarse enredado con Zemo para siempre por que Helmut le sabía como un postre que consolaba al pequeño después de un accidente.
—Te extrañé, no tienes idea de cuánto lo he hecho. He sufrido un puto calvario estos meses. Te necesitaba, te necesito. Pensar en ti me vuelve loco—Bucky apretó los dientes —. Verte con él; cuando ese imbécil te besó frente a todos, simplemente no pude soportarlo. Por favor Helmut —empezó a repartir besos desesperados en el vientre, alcanzando el pecho de Zemo —. No vuelvas con él, por favor.
—¿Me extrañas?
La pregunta estaba de sobra, Bucky estaba perdido sin él, lo añoraba, no podía ocultarlo más. Lo anhelaba con locura. Su ausencia había estado acabando con él poco a poco, llevándose su vida de una forma insana y verlo besar a Ikaris fue como matarlo.
—Como no tienes idea.
Se separaron un poco dirigiéndose una mirada diferente, Bucky con esa tristeza palpable de los últimos meses, combinado con un pésimo egoísmo cínico y Zemo con una sonrisa que causaba pavor. Bucky no sabía que algo malo estaba a punto de suceder, nadie puede saberlo cuando se aferra al placer.
—Eres un idiota, Barnes.
Bucky no comprendió y sólo logró hacerlo cuando Zemo se apartó bruscamente y lo golpeó en la sien y acto seguido el brazo con la sutura estaba tras su espalda con todo el peso de Zemo atormentándolo. Bucky emitió un grito agudo sobre la camilla.
—Podría partirte el brazo, no quieres eso, ¿o sí Barnes?
La voz de Zemo sonaba desencajada no de aflicción o desesperanza, sino, fuera de lo común: una combinación fúrica llena de impaciente calma. Bucky lo había visto así antes; cuando se metía en problemas y amenazaba a quien intentara joderle la vida, Zemo no daba segundas advertencias era sabido por todos, una bastaba para enfriarte el alma porque la siguiente era el cumplimiento de su promesa. Bucky se obligó a no gritar y aguantar, pedir ayuda no serviría de nada y de hacerlo no quería meter a Helmut en problemas incluso si eso lo hacía sufrir; porque era precisamente el dolor físico y emocional que no le permitía comprender con claridad las intenciones de Zemo.
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Amigos sin Beneficios | Winterbaron | Zemo/Ikaris
FanficBucky y Zemo son compañeros sexuales, no un amor, no un noviazgo, sólo sexo. Un día Bucky decide acabar con todo eso para iniciar un noviazgo formal con otra persona. Sintiéndose un idiota por pensar que Zemo podría estar sufriendo por él, Bucky se...