Capítulo 15

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Bucky pasó una mano por el hombro desnudo de Natasha, recorrió su piel blanca una y otra vez, trazando un línea imaginaria que conectaba puntos imaginarios sobre la zona libre de lunares y pecas.

Ella se removió soñolienta y tras acomodarse en la cama, su espalda, con una cantidad contada de lunares, quedó expuesta a los ojos de Barnes. Él la cubrió con la sábana y su propia desnudez no fue impedimento para sentirse cómodo. Escuchó la respiración pesada de ella durmiendo y envidió a su propia chica poder dormir cuando él apenas  podía mantener tranquilo el torbellino de pensamientos en su cabeza.

La noche anterior ocupaba la mayoría de sus pensamientos, especialmente el último suceso que daría por terminada la fiesta. Aún podía ver a Zemo vestido como Jacinto, podía verlo feliz y hecho un demonio tratando de romperle el brazo a otro. Así como podía verlo sangrar porque un imbécil se le había ocurrido que un vaso de cristal podría acabar con él.

Pobre idiota.

—¡Mierda! —golpeó la pared junto a la cama, la frustración comenzaba arribarle y los recuerdos de su reacción después del video se presentaron vivos y dispuestos atormentarle. Porque luego de salir corriendo a buscar a Natasha en la fiesta, había tomado su teléfono por impulso, el mismo impulso que lo llevó abrir el último chat de sus conversaciones y a escribir un mensaje para Zemo preguntado si se hallaba bien, recuerda  el sentimiento semejante a la preocupación que emergió desde su interior. No alcanzó a enviarlo porque Steve, con esa muleta aún sosteniéndolo, llegó antes.

—Hey, Nat está arriba. Te espera, no te preocupes se quedó con Bruce. Yo debo retirarme, antes de que noticia llegué a Peggy y se preocupe.

Aturdido por su repentina aparición Bucky sólo pudo responder que la actual pareja de su amigo ni siquiera se hallaba en el mismo campus.

—Me temo que los videos estarán llenando el internet en pocos minutos, Stark estará muy contento de pronunciar que se trababa de su fiesta.

Bucky simplemente asintió ante el comentario que trataba de ser divertido. Rogers los observó largamente.

—¿Estás preocupado? —Bucky le dedicó una mirada asustada como si alguien lo hubiese atrapado en el peor de los actos.

—No —respondió secamente.

—Buck...

—¡Ya te dije que no! ¡Zemo me importa un carajo! —aunque había respondido enojado, su ira incrementó hacia sí mismo por tal afirmación.

—Tienes una novia preciosa que vale la pena. Una chica que está arriba esperando por ti. Bucky, has visto el video, su arrebató de diversión y locura al producir dolor. Respeto lo que tuvieron pero Helmut Zemo... Helmut Zemo es una pérdida de tiempo. Nadie en su sano juicio debería quererlo.

Bucky apretó los puños, las ganas de lanzarse sobre Steve y golpearlo se presentaron como una necesidad.

—Dile a Stark que te lleve al campus —dijo enojado, yéndose a otra parte —. Te veré mañana.

Bucky había ido a buscar a Natasha y la había encontrado con Bruce. Si Barnes hubiese estado menos cansado, enojado y sin un dolor de cabeza enorme habría podido reparar en la acalorada situación que sucedía entre su novia y uno de sus amigos.

Natasha con las mejillas rojas de furia y Banner como si estuviera pidiendo perdón en la iglesia. Bucky no lo notó. Y se fue con Nat, tomaron un taxi y regresaron al campus. A la habitación de James, con las incesantes ganas de tocarse el uno al otro. Con la necesidad de desaparecer cualquier rastro semejante al pecado y cubrirse entre caricias convertidas en plegaria. Pues rezaban estar en los brazos correctos y oraban para que fueran aquellos.

Bucky tenía una cruda y no de ebrio. Cerró los ojos pensando que debía concentrarse en cosas más importantes. Como sus exámenes, su relación con Nat y el maldito partido que comenzaba a preocuparle por los repentinos cambios de humor de Ikaris. Aunque no creía que hubiese problema, ya Scott había asegurado que el quarterback del equipo estaba dándose cariñitos con vaya a saber quién en la fiesta, así que tenían a Ikaris asegurado de felicidad para los próximos días a menos que hubiera una disputa ajena a ellos.

Natasha volvió a moverse y esta vez abrió los ojos hacia Barnes con una tierna sonrisa. Bucky sintió una culpa cubierta de calidez en su pecho. Le devolvió la sonrisa, sujetando la mano de la joven y dejando un pequeño beso allí.

—Buenos días —comentó la rubia. — ¿Cómo amaneciste, James?

Bucky torció su sonrisa y negó una y otra vez a sus pensamientos y a la chica misma.

—Sólo llámame Bucky.

Natasha enarcó una ceja divertida con la cara confundida de su novio.

—De acuerdo, Bucky.

Así se sintió mejor.

Amigos sin Beneficios | Winterbaron | Zemo/IkarisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora