ꕤ੭
Había apagado la radio que la enfermera le prestó para que pudiera matar el aburrimiento, aún así, escuchar comerciales interminables y nada de música lo terminaron aburriendo más. Suspiró y se llevó una fresa a la boca, era bastante dulce, le gustaba.
El ruido de la puerta abriéndose hizo que centrara su vista en ella, donde un pequeño brazo afelpado sobresalía, luego parte de la cabeza y por último su cuerpo entero sostenido por alguien, era un conejo gigante.
—Hola — la voz aguda de esa persona salió simulando ser la voz del peluche, al mismo tiempo que una de sus patas se movía de arriba abajo — seré tu nuevo amigo, cuida de mi — concluyó no evitando reírse al final de su oración delatando de quien se trataba.
El peluche seguía suspendido en el aire y detrás de la puerta alguien parecía tener un conflicto de si salir o no hasta que fue empujando quedando expuesto y detrás suyo apareció alguien más sosteniendo una guitarra.
—La niña te miró raro — se burlaba la otra persona mientras cerraba la puerta aguatando reírse demasiado alto — ¿Cómo estás? — giró sobre sus pies viéndolo directamente mientras sonreía.
No había terminado de masticar la fresa por centrarse en mirar al peluche, por lo que se limitó a asentir con la cabeza y morder lo más rápido que podía para poder contestarle como se debía en lo que ellos se acercaban a su cama. Antes de poder hablar aquel conejo afelpado gigante ya estaba frente suyo, colocó a un lado el tupper donde llevaba las fresas y se estiró para tomarlo, era bastante suave.
—Ahora tienes compañía para que no nos extrañes tanto cuando nos vamos — tomó nuevamente una de las patas y se las extendió para que saludaran con un apretón de "manos" — ¿estabas comiendo? ¿interrumpimos? — recién había notado el tupper con las frutas.
—Está bien, Arin y Soobin trajeron todo esto para que coma porque la comida de aquí no sabe a nada — tomó el recipiente y se los extendió a los dos jóvenes a su lado para que tomaran algo de fruta— trajeron más pero ya me lo terminé. Arin dijo que podía comerlo con tranquilidad porque Soobin no tocó nada de la cocina, aunque no creo que cocine tan mal.
—Créeme que lo hace, es el único capaz de dejar una papa cruda luego de hervirla por una hora — rio por la tierna expresión de sorpresa que hizo al enterarse de un dato con el que siempre molestaba al mayor.
—Bueno, hoy es día de karaoke así puedes escoger cualquier tema — sacó su celular pasándoselo para que pudiera escoger alguna canción de la lista de canciones que Beomgyu se había aprendido en la guitarra.
Así eran sus días, siempre llegaba alguien para hacerle compañía, no tenían un patrón en específico del que se pudiera guiar para saber quién vendría al siguiente día, solo aparecían, a veces uno, a veces dos o todos al mismo tiempo, pero nunca lo dejaban solo por demasiado tiempo, con excepción de las noches en donde pidió que nadie se quede porque sabía lo incómodo que era dormir en una silla. Pero era divertido y reconfortante pasar rodeado de esas personas que buscaban mil maneras de hacerlo sentir bien. Además al fin se había aprendido sus nombres.
⸙
"Los secretos que no pude contar
las preocupaciones que dejé atrás
los momentos vacíos sin ti son
barridos por el viento"
⸙
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･ﾟMemorias vacías ･ﾟೋ 「𝒯𝐻&𝒴𝒥」
Fanfiction❝Soy el único que deambula por este extraño lugar, atrapado en una burbuja de miedo❞ Despertar un día rodeado por paredes blancas sin recordar nada, podría ser el inicio de tu nueva vida, un reseteo completo, iniciar desde 0. Lo único que necesitas...
