Los días se sienten aburridos sin un amigo, Tiago ha estado yendo y viniendo a dónde sabe quién. Se ha distanciado un poco sin razón alguna, incluso he ido a nuestro lugar y no va más.
Si, nuestro lugar, así me he atrevido a llamarlo desde el primer día en el que fui. Y así se dejará de llamar porque el ya no está.
Ya es domingo, mamá dijo que quiere hacer de este día, un día en familia.
En la mañana, había salido a comprar con mamá suficiente comida para el día de hoy, he notado lo feliz que ha estado con nosotros aquí, se que para ella esto es muy importante ya que, le gusta estar en familia y reunidos.
Me encuentro en mi habitación, estoy tirada en el frío suelo. Hoy mientras compraba con mamá he visto a Alec con otra chica, he de admitir que aún duele, estaba tan ciega y eso es lo que me frustra. Me he sentido sola estos días, mientras que Tiago está distanciado, Jael no se atreve a hablarme, ya a estas alturas llego a pensar que haber vomitado y desmayarme cada que él está cerca, es un insulto para él, para mí lo sería, no lo culpo.
Siento que algo camina en mi brazo y al girar la cabeza veo una araña, pego un brinco y corro subiendo arriba de la cama y gritando. La puerta de mi habitación se abre y aparece un Jael agitado.
—No te muevas, o te picará —le advierto aún arriba de la cama.
Jael permanece quieto sin aún entender, le señalo con el dedo el lugar donde está la araña y el chico se pone pálido.
Lo que faltaba, otro cobarde.
Jael sale corriendo y no tarda mucho, está vez aparece con una escoba en sus manos dispuesto a matar a la araña.
Este se acerca lentamente mientas le doy ánimos, pongo mis pulgares hacia arriba susurrando "animo ánimo".
Jael parece darle a la araña pero está brinca, haciendo que yo también lo haga, brinco quedando de monito en la espalda de Jael, este corre de un lado para el otro asustado.
Le grito que se detenga, este lo hace pero al detenerse nos caemos los dos.
Su cuerpo cae al suelo y yo caigo encima del suyo. Hago un quejido al sentir el fuerte dolor en mi tobillo.
—¿Estás bien? —pregunta Jael aún agitado y preocupado.
Asiento y reacciono, me quedo paralizada y el también mientras nos miramos.
—¿Por qué tantos grit... —Escucho una tercera voz, es Tiago.
Jael y yo vemos a Tiago, este nos mira con los ojos bien abiertos y tratando de entender.
No puedo emitir ni una palabra y siento una necesidad de explicarle lo que está pasando, a simple vista se lo que puede llegar a pensar.
Tiago frunce su ceño levemente. —Jael —duda de lo que va a decir —Papá te llama —y se retira así, dejándonos a Jael y a mi solos nuevamente.
Jael y yo volvemos a mirarnos, sus ojos grises casi verdes me miran.
—¿No piensas levantarte? —pregunta con una sonrisa ladeada.
—¿De que hablas? —me cruzo de brazos mientras lo veo.
—¿Te sientes muy cómoda estando encima de mi? —su tono sale ronco y... sexy.
NOOOOOO!!
Me abofeteo mentalmente y sé que en este momento mis mejillas están rojas.
Me levanto rápidamente, me siento en la cama y carraspeo.
Jael apoya sus manos en el suelo levantándose un poco. Este me ve y me da una sonrisa pícara antes de irse.
¿Que me pasa? Necesito procesar todo esto.
***
El Sr. Lucas se encargó de la araña, dijo que debió haber llegado aquí a causa del jardín.
Estamos viendo la película y va por la mitad, Tiago sigue con su mismo ceño fruncido, no se ha atrevido a mirarme, debe de estar pensando mil cosas, en cuanto a Jael, este me da una sonrisa pícara cada que cruzamos miradas.
¿Lo peor? Lo peor es que estoy sentada en el suelo en medio de los dos, mamá y el Sr. Lucas en el sofá mientras ven la película.
No me incluso porque estoy pensando mil cosas y no presto atención. Bien debo arreglar este mal entendido antes que llegue lejos.
Me acerco discretamente a Tiago quien se encuentra en mi lado izquierdo. —Tiago... Debemos hablar —le susurro.
Sé que escucho pero actúa como si no, ¿Me está ignorando?
Ok, más le vale que no lo esté haciendo porque no va a querer enfrentar a la furia. Me imagino mentalmente a mi en forma de pelea con los puños formados, esto provoca que me ría y que todos me vean.
Aprovecharé esto para formar un drama. Convierto la risa en un mini chillido provocando que mamá me pregunte que tengo.
—Mamá me duele la barriga, lo siento, debo ir a mi habitación —digo entre llanto fingido.
Siento que Tiago me ve y aprovecho para darle una señal de "Nos vemos".
***
Llevo esperando mil horas en mi habitación, ya le he dado la vuelta completa a la cama. Tiago aún no se aparece.
¿De verdad se atreve a ignorarme? Ya serán las 11 pm.
Escucho pequeños golpesitos que provienen de la ventana y es Tiago.
Ja, hombres.
Me apresuro a abrir la ventana haciéndole paso para que entre.
—Te dignas a venir a estas horas, ¿Y por la ventana? —le reclamo.
¿Por qué no pasa por la puerta? En algún momento me confundiré y pensaré que es el quién toca y será un ladrón.
Tiago se acerca lentamente a mi, haciéndome retroceder y chocar con la pared, este pega su mano a la pared a la altura de mi hombro.
La poca luz que hay en mi habitación le favorecen a el, su mandíbula se ve hermosamente marcada y ni hablar de sus ojos, sus ojos verdes brillan.
Trago saliva. —Podías haber entrado por la puerta —digo disimulando mis nervios a causa de lo cerca que estamos.
—Me molesta haberte visto de esa manera con Jael —su voz sale ronca mientras me ve molesto.
Nota.
Estoy muy emocionada y feliz por las tantas leídas y votos que ha estado logrando esta historia, les agradezco mucho de corazón.
Espero que me sigan acompañando con esta historia hasta el final, se vienen muchas cosas.
Una vez más, Gracias por el apoyo ❤️.
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Amor y Fuego
RomanceCon muchos problemas fuera de casa, Ruth Enistonn decidió volver a su hogar. Luego de conocer a los hermanos Hfym, la llevan al borde de la confusión y el desespero, es Amor o algo que arde como... ¿Fuego?