11. La pintura y su significado

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Ese beso, ese pequeño error que cometí.

No, pequeño no, estoy minimizando algo grande.

No he podido dormir debido al sabor dulce de sus labios, la forma en que me besaba era mágica.

Me golpeo mentalmente.

Definitivamente ese beso me ha quitado el sueño, no hago más que pensar en aquello.

—Esto es un error —decíamos a la vez.

Sus ojos aún seguían brillando, por un momento sentí que pedía más.

Demonios.

—Oye pequeño duende —susurra Jael muy pegado a mi oreja sacándome de mis pensamientos y haciéndome sobresaltar en el sofá.

—¡Carajo! —ahogo un grito poniendo mi mano en el pecho —¡JAEL!

—Exageras, a cualquiera le daría un gusto que le susurre así —bromea.

—No es un gusto, es un susto —murmuro.

—Lo es, solo cuando estas metida en tus pensamientos —me mira apoyando su rostro en su mano y su codo reposando en el sofá.

Pongo los ojos en blanco.

—Salgamos —propone.

¿Qué?

Me toma por sorpresa y empiezo a ponerme nerviosa.

—Qué tonterías dices —digo en un intento de disimulo pero mis nervios me traicionan.

—Tranquila, no será una cita —aclara —Ja, ya quisieras —masculla —Solo será una salida, he notado que has estado tensa estos días.

¿Días?

Por supuesto, han pasado 2 días desde aquel beso.

Desde ese día, no he visto a Tiago, no sé dónde se encuentra, Tal vez... ¿Se fue de la casa?

No, imposible, Jael me lo hubiera comentado.

Lo importante es que, Jael ha notado mi cambio, ¿Y si sospecha algo? ¿Qué tal si Tiago le dijo?

—¿Ya quisiera yo? —pregunto sarcástica.

—Vamos, no es como si quisiera seguir aquí encerrado con tu prima respirándome en la nuca —comenta.

Lo miro divertida. —Jael te gusta la atención de las chicas, disfruta de tu fanática loca —rio.

Me levanto del sofá y me dirijo a la cocina, Jael me va detrás de mi.

—¿Atención? —pregunta ofendido —No me gustan las chicas empalagosas, y tu prima literalmente no hace más que respirarme aquí —apunta a su nuca.

Vuelvo a poner los ojos en blanco.

—Aceptaré salir contigo para que dejes de quejarte —limpio la taza de cereal y la dejo sobre las demás —Y también porque lo necesito —le digo saliendo de ahí.


***


Mi celular vibra, enciendo la pantalla viendo miles de mensajes de Julien.

Al siguiente día de lo que sucedió, decidí contarle a Mikka, no podía con el peso de la traición, al momento de contárselo la vi sorprendida y lo que más me dolió, al irse me dio una mirada de decepción.

Logró hacer que mi corazón se rompiera, debía llorar pero no he llorado desde entonces, es mi culpa es mi error.

Estoy tranquila, solo un poco, al menos se lo conté todo.

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2022 ⏰

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