Unos de primeros recuerdos familiares es mamá llorando mientras le gritaba a mi papá que era lo peor que le había podido pasar y mi papá pegándole una cachetada mientras le gritaba que podía oír todo.
Creo que tuve que saber desde ese momento que mi infancia iba hacer una tortura.
Papá se mataba trabajando para darme todo lo que quisiera mientras mamá estaba hasta un mes fuera de la casa, pero siempre que llegaba dejaba un dinero para nosotros. La verdad es que para una niña de cinco años es difícil entender el por qué su mamá no estaba presente en su crianza, pero por una extraña razón jamás la extrañé.
La casa era un lugar mucho más bonito y agradable sin ella, papá después de llegar de un día muy pesado se sentaba en el sillón para ayudarme hacer una que otra actividad del kinder y me consentía. Siempre besaba mi frente y me decía que era su mayor orgullo. Me sentía tan protegida en sus brazos, me sentía amada y se me borraban las palabras que en algún momento me pudo gritar mi madre.
Todos los domingos eran sus días libres así que él cocinaba algo rico después de que hiciéramos aseo a nuestro departamento pequeño. Comíamos entre risas y después de eso siempre veíamos una película infantil por petición mía.
Mamá siempre llegaba los domingos en la tarde de algún mes y llegaba destruida. A veces papá lograba esconderme en el clóset para que mamá no gritara, pero al ser tan inestable el día en el que se dignaba a llegar habían veces que no alcanzaba.
Sus gritos hacían desesperarme y me daba miedo de ver a mi papá, a mi héroe, ser tan violento. Mamá siempre se descontrolaba en sus discusiones, siempre terminaba por lanzarme algo o ella misma venir a agredirme. Solo tengo el recuerdo de mis gritos pidiendo ayuda mientras me quedaba sin aire de tanto llorar. Gracias a mis llantos tan alarmantes papá se acordaba de mí y tomaba a mamá para tirarla para después cargarme para encerrarme en mi cuarto. Siempre trataba de prender la televisión para que no escuchara, pero mamá empujaba la puerta haciendo que él se ganara en la puerta para que no la abriera.
Me encerraba con llave y me daba la sonrisa más falsa que alguien se puede imaginar para después decirme con una seguridad efímera "todo está bien, princesa, pero no salgas por nada del mundo".
Quiero creer que él de verdad pensaba que me distraía y que olvidaba la violencia que ocurría fuera de esa habitación, pero siempre terminaba viendo la televisión con lágrimas en mis ojos mientras abrazaba a mi peluche favorito para sentirme a salvo.
Lo único que escuchaba era malas palabras y cosas que trato de olvidarlas para no dañarme. Después de gritos, objetos rompiéndose y un portazo dando por terminada la visita escuchaba muy bien a papá gritar con tanto dolor que terminaba por romperme.
Era una niña que no podía ver la gran cruz que ese hombre cargaba.
Después papá lloraba al verme orinada por el miedo. Me bañaba, me vestía y hacía todo en silencio después de las visitas tan inesperadas de mamá.
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Encontrarnos (Draken)
Fanfiction"Mi buen amor. Parece fácil para ti. Alejarte para luego exigir. Que te quiera como si nada. Después de todo lo que tuve que pasar. Las terapias, los amores de mentira, más mentiras. Y ahora quieres que sea tu amiga. Pues, amigo, dime como borro est...