Capítulo XXII

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El amanecer en Shibuya.

Parte «nana»

Se tiene bastante tiempo para tomar en serio cada momento que se vive y aunque el tiempo es infinito parece que no se puede tener conciencia de que hacer con el, se tiene que atrapar en los momentos adecuados y aprovecharlo.

Sentirse grato por tener incluso la capacidad de ver colores o simplemente poder tener los dientes suficientes para morder una simple manzana.

El tiempo que lleva Sukuna era importante, siempre era aprovechado para sus ambiciones y deseos, cuando estos se cumplían disfrutaba del resto en sus propios placeres y lujos después de todo es un Rey.

Y a pesar de creer que su tiempo estaba siendo utilizado como es debido nunca en su vida creyó que lamentaría no aprovechar el tiempo entre parques a la luz del día.

Aprovechar una compañía inusual, una que brindaba un extraño gozo. Las tardes en una zona poco ambiental en medio de edificios y callejones se hicieron perfectos pero fue poco tiempo, realmente fue escaso el tiempo que dedico en esos lugares.

Mirar por un momento hacia arriba, su vista siendo obstruida por la sombra de árboles sintiendo un increíble alivio cuando escuchaba cierto parloteo acompañado por risas y sus ojos rubíes se enfocaban en un rostro iluminado por traviesos rayos de sol que se colaban entre las sombras de los árboles.

Que miseria de tiempo tuvo para disfrutar más de aquello, quería más de eso.

¿Por qué sentirse aferrado?

Siento una punzada bastante extraña y dolorosa en el pecho, aquella acción no fue causada por él ¿o sí?

¿Acaso lo más cercano que tuve a un cielo, fue el mismo que me arrojo al suelo sin pensarlo más de dos veces?

¿Quién es ese "alguien" que está por encima de mí? Incluso... de él.

¿Por qué existe algo que está por encima de él? Es estúpido.

Yuuji.

Yuuji.

¿Dónde está?

¿Por qué cuando sentí su cálida escencia fui condenado a no sentirla más tiempo?

¿Por qué simplemente se siente injusto? Aun si el mismo Belcebú es el arquitecto de su propio infierno, quería atraparlo y guardarlo como su única pertenencia en la existencia.

Quiero atrapar su existencia.

La búsqueda de Sukuna seguía tan viva como el, su caminar por primera vez era lento pero seguro y esperanzado, aun con las luces rojizas y azules iluminando su camino no se permitía irse sin él o simplemente quería ser rematado por él mismo.

Lo único que lo mantenía de pie era su voluntad; la herida en su abdomen había empeorado, sentía que una parte de su rostro había sido destrozado por el impacto dejando una dañada vista pero aun funcionable en su ojo izquierdo, podría sentir más de un hueso posiblemente fuera de su lugar pero sus piernas seguían con fuerza.

En su zona de expansión las situaciones no eran mejores que la de él, en el salón donde la masacre había iniciado era cada vez más fuerte y asqueante el olor a sangre. El suelo del lugar estaba teñido por completo de aquel liquido algunas personas estaban aún inmóviles con sus mentes apenas procesando el miedo y lo inhumano que era Touji Zen'in y Sukuna Ryoumen.

Aun si el lugar tenía reporteros y periodistas probablemente nadie se atrevería si quiera a reportar lo que han sido testigos, nadie creería que hay humanos así nadie sería capaz de imaginar una masacre hacia políticos y altos mandos del gobierno.

Atrapando al Infinito 「EDITANDO」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora