capítulo 7

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A la mañana siguiente me desperté, tome mi toalla y me metí a bañar.

Termine de ducharme, salí del baño con mi bata y una toalla en mi cabello, sentí como la brisa que entraba por la ventana hacia que mi piel se erizara.

Me seque el cabello con la secadora y me puse un crop top blanco de manga tres cuartos, una falda corta negra y unos zapatos dorados. Me hacer que a mi buró , tome mi cepillo y peine mi cabello hacia atrás, colocando me una diadema dorada y me puse algo de glose rouge allure que compre en Chanel.

Tome mi bolso y baje a la cocina. Vi como ya habían empezado a comer sin mí, creo que me tarde un poco en bañarme.

-Hay pan francés en el plato azul y la leche está en la mesa- dijo mi madre. Desayunamos y salimos. Cuando recogimos a Alice y Jason note que Alice traía un vestido blanco muy corto más de lo habitual.

-Hola-. Dije cuando entraron.

-Hola-. Respondieron.

Llegamos a la escuela. Luke y Jason como siempre se fueron por otro camino. Mientras que nosotras nos acercamos a Henry, Lisa, Adam, Brian y Jason que estaban sentados en una banca frente a un roble.

-Hola chicos- dije agitando mi mano en el aire

-Hola- dijo Brian devolviéndome el saludo.

-Ohm que bien, Jenny nos estaba contando que nos iban a invitar a la playa- soltó Henry muy contento.

- Si, para que vallan pidiendo permiso- le dije muy contenta.

-Ohm que bien - dijo Brian. - quien dijo que tú estabas invitado-. Le respondió Alice levantado una ceja.

-Me encanta la idea de que iremos a la playa- dijo Jenny dando pequeños saltitos de felicidad.

-Bueno voy a sacar mis cosas de mi casillero porque odio llegar tarde- dije.

-Si está bien nos vemos en clase de matemáticas- dijo Henry agitando su mano en el aire.

-Si yo tan bien tengo que ir, al rato nos vemos-. Se despidió Adam.

-Y... ¿cómo has estado?- dijo tratando de sacar tema de conversación y colocándose junto a mí.

-Bien...creo.

-Escuche rumores de que eres una malota y rebelde- dijo Adam sonriendo de oreja a oreja.

-Solo son rumores- bufe -, yo soy como un ángel bajado del cielo- brome.

-Más bien un ángel caído- dijo en un tono burlón. Fruncí el ceño.

Como se atreve a llamarme de esa forma.

Lo fulmine con la mirada.

- Yo solo fui una víctima de todo eso- me defendí -, y que más escuchaste sobre ese rumor.

Me encantaría saber lo que las demás personas están hablando de mí.

-Que eres una rebelde quita balones- dijo riendo.

-¿Yo?- pregunte confundida.

-claro.

-yo no soy "Una rebelde quita balones", más bien ellas son unas maleducadas, busca pleitos y con una muy mala puntería- dije firme.

- Y cambiando de tema ¿ya sabes que te vas a llevar a la playa?- me pregunto.

¿Qué clase de pregunta es esa? Apenas nos dieron la noticia.

-No la verdad no lo eh pensado-

Distinguí mi casillero a unos cuantos pasos me detuve cuando estaba justo frente a él.

-Bueno aquí está el mío, adiós-.

-No está bien te espero-. Abrí el candado, saque mis libros de química y francés cuando sentí su mano en mi hombro.

-Hey te ayudo.

-No, puedo sola

-Vamos- me quito el bolso del ante brazo y lo abrió.

-Pasa me los libros- lo hice y los metió. Cerré mi casillero y continuamos caminando.

-¿Ni un solo gracias me vas a decir?- lo dijo sonriendo. Me gire hacia el recargando mi barbilla en su hombro y haciendo una sonrisa forzosa le dije.

-Gracias- él río y me abraso, yo tome su mano la levanté y gire para des hacer el abraso.

-¿Qué? Te molestan mis abrazos- dijo riendo y volviendo lo hacer.

-Si un poco- ambos riendo.

-Bueno señorita hemos llegado- se detuvo, se quitó la mochila, abrió su casillero y sacó sus libros.

-Vamos deja te ayudo- dije con una voz ronca.

-No yo puedo sola- dijo con una horrible imitación mía, inclinándose un poco y girando su dedo en el aire.

-Hey que te pasa yo no hablo así- dije dando le un empujón hacia atrás, pero él era muy pesado y apenas se movió, era obvio que hacía ejercicio. Me sonrió y bajo la mirada para guardar sus libros.

Cuando llegamos al laboratorio de química me dejo pasar primero. Me dirigí a nuestro equipo y medí cuenta de que él no me había seguido el paso cuando me senté en mi banquillo, me di cuenta que estaba en la entrada hablando con Mia, el me miró y rápido voltee la mirada hacia la venta. Unos segundos después unas manos grandes y ásperas me cubrieron los ojos. Intente quitármelas de mi cara agitando mi cabeza, pero claro que no pude.

-Anda, divina quien soy- dijo y rápido distinguí la voz de Adam. Me quito las manos y río.

Me gire hacia donde estaba el y con una sonrisa en el rostro se sentó a lado mío.

-Adivina a quien le eh pedido que me cambie de lugar ésta clase-. Me pregunto. Oh claro Mía, por eso es que habla con ella a sé un momento.

-Mía claro-.

-Sí y ha dicho que no-.

-¿Ehh?-. Lo mire confundida. Luego río.

-Claro que a dicho que si- dijo Adam riendo de nuevo.

-Claro que lo hizo, si no lo hubiera hecho no estarías sentado ahora mismo en su lugar- dije mirando y levantando las cejas a donde normalmente se sienta.

El chico del que me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora