5 | De colores

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     • Roxas pov's •

II. Campanadas de papel.

     Durante la primera mitad del día viernes me las dí de adulto responsable y terminé de preparar todo lo necesario para el nuevo año escolar en la preparatoria de Villa Crepúsculo, encargándome también de todo el papeleo pendiente y de dar la cara por mis tres vagos hermanos, que dijeron que llegarían la siguiente semana.

     A veces envidio el nivel de idiotez que alcanzan en las vacaciones mis hermanos mayores, así como me avergüenzo de lo débil que es mi gemelo y lo fácil que acepta formar parte de las tonterías lideradas por el mayor de los cuatro hermanos Black. Eso sí, debo admitir que, cuando llega el momento, este último asume completamente el rol que le corresponde y dirige perfectamente al grupo que en algún momento fue conocido como los "Diablillos de las Islas del Destino" con la autoridad y el carácter de un padre disciplinado.

     Mirando como finalmente cada mueble está en su sitio, no me puedo arrepentir de haber tomado la decisión de haberme mudado a esta ciudad. Esta casa es mucho más espaciosa que la de las Islas, por no mencionar que la temperatura es ideal, el aire es fresco y no tengo que preocuparme a cada tanto de que una ola de quince metros se lleve consigo a la mitad del pueblo. Quizás exagero un poco, pero no miento en decir que será un alivio total poder despertar cada mañana sin preocuparme de tener en la cama un pescado recién salido del mar o un cangrejo pellizcándome la cara; sí, digamos que mi segundo hermano mayor es el más imbécil de todos y el encargado de jugarnos bromas a cada tanto.

     Extraño un poco el sonido de las olas y el olor a sal en el aire, así como ese ambiente de cercanía que había en el pueblo, pero supongo que me terminaré acostumbrando tarde o temprano a esta ciudad. Digo, Xion dijo que no volvería a darme ningún golpe con una puerta en la cara, así que al menos ese es un enorme punto a favor.

     — Xion White... — susurré, saliendo de casa y echándole llave —. Es un bonito nombre.

     — Sí, ya lo sabía, pero no es necesario que me lo repitas — declaró la chica.

     Giré la cabeza hacia un costado y pude ver fácilmente a la pelinegra, con sus audífonos en el cuello y vestida de negro, salvo por la falda blanca y los detalles grises de la chaqueta.

     — Bueno, me alegro de que sepas de que tienes un bonito nombre, pero si me lo permites, me gustaría seguir diciéndolo en otras ocasiones — declaré, metiendo las manos a los bolsillos y sonriendo tranquilamente —. Me gustaría saber qué opinas de mi nombre, Xion.

     — Ya te lo dije. Me parece un curioso contraste y también me causa gracia que los dos llevemos una "X" incluída — comenzó a caminar calle arriba; la seguí por mera inercia —. La señorita White y el señorito Black, supongo que cualquiera pensaría lo mismo si escuchara nuestros apellidos y viera lo diferentes que somos.

     — ¿Diferentes en qué sentido?

     — Uh... Bueno... El color de mi apellido se relaciona con la pureza y las buenas acciones, cosa que no concuerda para nada con mi forma de ser, a fin de cuentas, hasta papá me ha dicho que soy alguien "sombría" — declaró —. Tú tampoco aparentas tener una personalidad muy acorde con el significado de tu apellido. Digo, sin ir más allá, no te pareces en nada al Sirius Black de Harry Potter y el prisionero de Azkaban.

     — No deberías juzgar un libro por su portada, señorita White — dije, en un tono serio.

     — ¿Entonces sí eres alguien "malo"? — hizo el gestito de las comillas al pronunciar la palabra malo.

     — Para nada, literalmente me compro cereales con forma de estrellitas sólo porque me gusta simular que la cuchara es una nave espacial y debo evitar que ambas cosas colisionen.

A Crystal Dream [Kingdom Hearts] | Val [Remake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora