A Crystal Dream [Kingdom Hearts] | Val [Remake]

18 | Tiento y tacto

     • Xion pov's •

V. Campanadas de miel.

     Desde que el príncipe rubio y mi hermanastra rubia regresaron de aquel viaje, ninguno de los dos se ha pronunciado al respecto, ni siquiera para decir si la habían pasado bien o si habían tenido algún imprevisto en las Islas del Destino. Parecía que aquel día simplemente no había existido, como si se hubiera desvanecido en la mirada culposa de Naminé y de Roxas, quien ahora solo está callado, sentado a mi lado en la Torre de la Estación.

     ¿En qué estará pensando? ¿Qué me estás ocultando, Roxas Black? ¿Por qué ni siquiera te has tomado la molestia de preguntarme si es que me molestó el no poder haber ido aquel día?

     Me estoy volviendo algo paranoica, y la verdad es que no tengo motivos para justificarme. Sé que siente algo por mí, me quedó sumamente claro después de ese beso que me dió en la biblioteca, pero yo no llego a estar del todo clara respecto a ese asunto. Hasta ahora jamás había tenido este tipo de relación con un chico, y que las cosas hayan avanzado tan rápido en tan poco tiempo es algo que simplemente me agobia, estresa y me agota la paciencia.

     Me reitero en ello, pero es que ya me estoy volviendo loca: El silencio de Roxas y el hecho de que haya pasado una semana desde aquello (repleta de exámenes por cierto), no ayudan en nada a mi actual situación/condición de "novia celosa".

     Solté un fuerte suspiro, acto seguido, me quité el palito de helado de la boca y miré el signo de la corona y la frase "Winner".

     — Oh, finalmente te toca uno — sonrió —. Seguramente la señora de la tienda creerá que lo pintaste o-

     Antes de que pudiera terminar de hablar, agarré el objeto y lo partí por la mitad, para luego lanzarlo con cierta violencia al vacío.

     No demoré ni un segundo en arrepentirme de ello, pero supongo que es mejor que darle un empujón por la espalda al rubio y condenarlo en una caída de más de treinta metros. Digamos que romper ese tan ansiado palito ganador era la mejor forma que tenía en aquel momento para drenar toda la frustración que estaba acumulando.

     — Xion, mira, sé que no te conozco tanto como quisiera, pero puedo decir perfectamente que estás más rara de lo habitual — declaró el rubio —. ¿Pasa algo? Haz estado así desde el lunes.

     — Señorito Black, usted... Agh... Mira, te iba a responder a mi modo pero sinceramente creo que no estoy de ánimos para ello, menos tratándose de tí — declaré, parándome de mi sitio y mirando al ocaso —. De antemano perdón por la violencia que estás por presenciar.

     — Mientras no me tires de la torre está todo bien.

     Asentí y tras unos diez segundos, tomé aire y lo solté al poco tiempo, para finalmente acabar mirando enojada al chico.

     — ¿Se puede saber qué mierda os pasa a tí y a Naminé? La idiota no me ha dicho absolutamente nada del puto paseo ese por las Islas del Destino, y tú tampoco abres la boca — puse una mano en la cintura —. Mira, Roxas, si quieres que me calme de una buena vez por todas y vuelva a ser la de siempre más te vale que me cuentes en este puto preciso momento lo que ocurrió ese día y noche que estuvieron allá, porque de no hacerlo, créeme que me voy a enojar contigo, y esta vez va en serio.

     Él se acabó su helado con relativa calma y luego se rascó un poco la nuca.

     — ¿Prometes que no te vas a enojar si te digo-

     — Rubio, te voy a romper la cara si no me dices qué mierda ocurrió — apreté el borde de la falda blanca que había comprado el jueves; él se me quedó mirando —. Se supone que tú y yo nos tenemos confianza, ¿No? Puedo perdonarte cualquier tontería que hayas hecho, pero si no me dices nada vas a mandar esta relación bien al demonio.