A Crystal Dream [Kingdom Hearts] | Val [Remake]

8 | Requiem crepuscular

Melodía recomendada para este capítulo: Missing you, Naminé.

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     • Xion pov's •

II. Campanadas de papel.

     Miré mi imagen en el espejo de cuerpo completo, solté una suave risa y luego me cubrí el ojo izquierdo con la mano del mismo lado, intentando devolver las lágrimas que querían escaparse.

     La cabeza me está dando mil y una vueltas en este momento. Ya no sólo es el hecho de que aquello que leí fue escrito por mamá, sino que la noticia en sí es impactante. Hace diez minutos, cuando aún no lo sabía, yo era la única hija directa de Axel White, pero ahora resulta de que tengo dos hermanas y a una de ellas le tengo un rencor muy profundo; por causas infantiles, sobre todo.

     Volví a sentarme en la cama, con los pies descalzos, y miré nuevamente la caja con las cartas y el libro de mamá. Tener algo así en esta habitación es un tanto peligroso, pues estoy medianamente segura de que si Naminé se entera de esto, se lo dirá a Larxene y eso le traerá problemas a papá. Pero tampoco quiero deshacerme de ella así como si nada. La carta y el libro son valiosos para mí, aunque me niegue a admitirlo e intente hacerme la dura con mis emociones. La noticia de que tengo dos hermanas también es algo que ya no podré sacarme de la cabeza, y si comienzo a atar cabos, tarde o temprano podré dar con la hermana del medio, esa que ni siquiera mamá llegó a conocer.

     Perfectamente podría guardar todo en el ático, pues sé que nadie más que yo se atrevería a subir hasta allá arriba. Larxene porque se la pasa ocupada. Papá por sus dolores de espalda. Y Naminé simplemente le tiene miedo a las arañas y a los bichos en general, así que honestamente dudo que quiera poner un pie por ese lugar si es que no lo limpio antes.

     Salvo la fotografía, la cual guardé en el pequeño mueble que tengo a un lado de la cama, todo lo demás lo guardé nuevamente en la caja.

     — Bien... — me pegué con las palmas de las manos en las mejillas —. Ya pasó todo. Ya sabes lo que tienes que hacer... O eso creo... ¡Ay, ya, basta!  Mamá te quiere. Papá te quiere. Eres la hija de Amber y Axel White, así que no te preocupes por nada más que eso — sonreí —. Ahora te vas a lavar la cara y después dejarás la caja-

     La manija de la puerta bajó, pero la puerta no se abrió. Todavía estaba puesto el seguro.

     — ¿Eh? ¿Xion? ¿Pasa algo? — preguntó Naminé.

     — No, nada, nada, perdona — guardé la caja bajo mi cama y luego me encaminé hacia la puerta —. Era por si acaso alguien quería entrar.

     — Oh.

     Quité el seguro y luego yo misma abrí, para recibir a Naminé con una mirada segura, mientras que ella me miró algo confundida y preocupada.

     — ¿Estás bien?

     — Sí, ¿Por qué la pregunta?

     — Tienes los ojos rojos — dijo, acercando una mano a mi mejilla —. ¿Estabas llorando?

     — ¡¿Llorando?! ¡¿Yo?! ¡Pfff, ya quisieras rubia! — solté, riendo y haciéndole la mano a un lado —. Papá me compró algo muy bonito para aspirar y digamos que ahora mismo estoy viendo dragoncitos andar por ahí.

     — P-Pero-

     — Pero nada, ya dije, estoy drogada — declaré, empezando a caminar por el pasillo

     — ¡Xion! — me detuvo, tomándome de la chaqueta —. No voy a preguntar nada más, pero porfavor, no juegues así. No tienes que ocultar tu estado de ánimo...