[LIBRO 3: ETERNO CIELO] CAPITULO 51: RESENTIMIENTO

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En algún lugar lejano dentro de las montañas habia una cueva, apartado de toda vida silvestre, parecía que incluso los animales salvajes se volvían temerosos al momento de acercarse a los terrenos pertenecientes a la cueva.

Incluso los insectos temían y temblaban antes de darse la vuelta, todo a su alrededor era calmado, tan calmado que daba miedo.

Dentro de la cueva, no habia luz, la luz natural del sol no podía atravesar su oscuridad.

Sin embargo, el llegar a su tramo final, una pequeña e iluminiciente brillo de luz alumbraba a un demonio cubierto y remojado en su propia sangre.

"Ahhh......ahhhh...buagh"

El demonio adolorido, resoplaba dolor, y sufrimiento, mientras con su mano, se rasgaba su abdomen cicatrizado, y volviendo a que todo su intestino delgado salga nuevamente de su interior.

Varias bocanadas de sangre salían de su boca, sus ojos apagados demostraban que poco a poco se le iba la vida, pero, sin importar que su vida estuviera en peligro, siguió haciéndolo una y otra vez, su recuperación era superior a los humanos por lo cual, sus heridas cerraban velozmente, pero el dolor era tan insoportable al punto de desear morir.

Pero solo el demonio conocía, porque lo hacia, estaba muriendo pero no se lamentaba, porque si no se limpiaba entonces, no podría ser digno de mas poder.

Después de horas de rasgarse su cuerpo.

Debajo suyo, luces rojas aparecieron por todos lados, se expandieron por toda la cueva como si fueran venas y empezaron a palpitar enrojecidas, el brillo era tal que parecía fuego. 

¡THUMP! ¡THUMP! ¡THUMP! ¡THUMP!

Las palpitaciones estremecieron la cueva, era como si algo hubiera despertado, o aparecido en ese momento.

El demonio no estaba asustado, conocía que todo lo que habia hecho, habia servido, y de pronto, un paso se escucho de fondo, antes de que una voz sonara.

"Así que al fin has decidido purificarte, habla ¿Qué es lo quieres....hijo?" - La voz de esa entidad, una entidad tan pura, y tan poderosa, resonó por toda la cueva llena de venas rojizas, las cuales actuaron como contenedores, para detener el paso de su poder.

Solo su voz, era capaz de destruir todo  rastro de vida a su alrededor.

Con la luz roja, un demonio con pelo y ojos negros, con cuernos pequeños se podía deslumbrar, su capucha hace tiempo que habia sido retirada.

Sus ojos que estaban apagados, cuando sonó la voz, un brillo rojo apareció, su ira y su furia por la humillación no dudaron en mostrarse.

"¡Quiero ser mas fuerte padre! ¡ya no quiero pertenecer mas a la clase impura de los demonios! ¡quiero poder, para matar a los cultivadores!" - El era el demonio Arkio, quien habia huido luego de ser derrotado por Hyu, su orgullo como demonio habia sido tirado al piso, siendo salvada por una humana.

La entidad la cual parecía ser el padre de Arkio lo miro, observo su humillación, y su enojo, una ira guardada en su corazón para todos los humanos, y los cultivadores.

En ese momento entendió porque habia decidido llamarlo, con su sangre y órganos esparcidos, pudo purificarse, pero no del todo, aun faltaba mucho, pero era lo suficiente para poder llamarlo.

El demonio padre de Arkio hablo.

"Tu purificación solo esta al 30%, necesitas regresar a casa para la purificación restante, solo tendrás 3 oportunidades para purificarte, si no lo logras, seguirás siendo lo que eres, un demonio que solo servirá como carne de cañón en las guerras venideras, pero si lo logras, ya no serás mas un impuro, y te volverás parte de la verdadera sociedad demoniaca, has entendido"

TRASCENDIENDO EL NIVEL MARCIALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora