En el Reino de Arhutr.
Todo habia vuelto a la normalidad, aunque su cielo, habia quedado por completo destruido.
Ya no se podía ver el cielo de forma natural, ahora era un paisaje oscuro y ruin el cual no mostraba ningún otro color mas que solo la simple oscuridad.
En el mes que paso todos los sucesos, el palacio estaba en un 20% reconstruido, aun faltaba muchas paredes que poner y algunos cuartos que volver a reconstruir desde el principio.
La familia real se encontraba bien, tanto la esposa de Adán como sus otros hijos, aunque el Rey nunca tuvo la idea de volver a verlos, ya que ahora era una fusión entre el y Pompey.
Ahora ambos existían en un mismo cuerpo con mentes y almas separadas.
El Rey Adán dentro del cuerpo de Pompey se encontraba en su gran cuarto, en su trono sentado.
Por el momento su mirada se estaba fijando en el cielo, en su destrucción y en su oscuridad, sus cejas estaban fruncidas mientras lo miraba.
Aun podía recordar como fue aplastado por un Lord Demonio, el cual superaba todo lo que su mente podía imaginar, tal poder, tal fuerza para que se arrodillara y sintiera como si su cuerpo estuviera siendo aplastado.
"¡Maldita sea!" - Todos esos recuerdos, hicieron que Pompey se enojara, su aura no exploto como lo habría echo antes, ahora su poder era igual aun Dios Marcial, y si lo hacia salir por la mas mínima, toda la habitación explotaría, pero aun así hizo temblar las paredes con su grito de frustración.
Pompey estaba frustrado, pensó que lo habia pensado en todo, pensó que habia ganado, que todo lo que habia hecho hasta ese momento era para volverlo invencible, pero cuando fue invencible por unos minutos, otro cielo apareció y lo aplasto.
Era tan desesperante la idea de que habia seres mas poderosos que el, incluso ahora no sabia muy bien que o quienes eran los de la secta eterna, a pesar de que su familia siempre estuvo arraigada a la secta eterna por cientos de años.
No conocía su trasfondo, solo sabia que eran fuertes y poderosos, la secta mas temible de todo el Reino De Arthur.
Aun así, ese día conoció que habia mas que no sabia, un poder mucho mas allá de su simple imaginación como mortal.
"¡Aun no pienso en rendirme! ¡Si hay un cielo mas grande que yo, simplemente debo destruirlo! ¡Si, eso será mi nuevo objetivo!" - Sin embargo El Rey Adán, no se iba a quedar con los brazos cruzados, después de hablar con el mismo, se rio estruendosamente, mientras imaginaba volviéndose un nuevo cielo, el cual podría destruir a todos con un simple pensamiento.
Su imaginación, y los nuevos planes que estaba formulando, ponían a toda su cabeza en un ritmo frenético.
"Bien, según el libro de ese maldito Arthur, lo primero que debo hacer es conseguir esa maldita raíz espiritual que tiene cada cultivador dentro suyo, quizás no conozca mucho a la secta eterna, pero si consigo una, podre hacer a lo que ellos llaman cultivar" - El Rey Adán, ya estaba imaginando el día que pusiera sus manos en una raíz espiritual, habia seguido todos los pasos que le habia dicho el libro del primer Rey, el Rey Arthur, su antepasado, y hasta ahora no se habia defraudado, todas las técnicas así como la posesión sangrienta, todos fueron efectivos, y lo habían vuelto extremadamente poderoso.
Ahora que ya habia completado el primer tomo del libro, podía seguir con el segundo, pero el segundo tomo requería una raíz espiritual.
"Si, con tantos discipulos de la secta eterna en la olla de los espíritus, podre comerme algunos para absorber sus raíces espirituales. ¡Me niego a creer que todos serán cuidados!" - El Rey Adán se sintió eufórico al escuchar sus propias palabras, después empezo a pensar claramente, y a trazar su nuevo plan.
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TRASCENDIENDO EL NIVEL MARCIAL
AvventuraHyu Park es alguien débil por naturaleza, a los 5 años apenas pudo derrotar a una hormiga después de aplastarla miles de veces, a los 8 fue derrotada por su hermana de 5 años, a los 10 años consciente de su escasa fuerza física, decidió por todos lo...