"¡Mátenlos a todos!"
"¡No dejen a ninguno vivo!"
"¡SIIIII!"
En la ciudad de los santos el infierno se habia desatado, el ejercito demoniaco empezo a destruir todo a su paso, esto sorprendió a toda las personas dentro de la ciudad.
Nunca esperaron algo de esta magnitud, ni tampoco pudieron reaccionar a tiempo a entender lo que estaba pasando.
Los grandes poderes como el clan de los mil venenos, la alianza y los budas empezaron un contrataque desesperado.
Del salón de subastas migrario no salió ningún artista marcial, ni siquiera el vice- jefe se molesto en salir.
El caos y la destrucción de la ciudad puse en desesperación a las personas comunes los cuales corrían desesperados en busca de refugio, los guardias a cargo no eran capaces de hacer nada contra tal increíble fuerza.
En la parte sur de la ciudad de los santos, en el edificio de te mas popular de toda la ciudad.
El anciano, Tamia junto al líder del clan miraban el humo saliente cerca de las puertas de la ciudad, mientras tomaban un poco de Te preparado por Tamia.
"Ya veo, así que la princesa Ana es la que traiciono a la humanidad"- dijo el Anciano mientras miraba la carta que su hijo habia recibido.
"Si padre, según veo, tenemos a muchos infiltrados en los altos mandos"- El que hablo fue el líder del clan, era un hombre fornido de mediana edad, con el pelo corto, su rostro era serio y su aura estaba solo por debajo de el anciano junto a el.
"El reino, la alianza y el salón de subastas Migrario son los poderes que tienen mayor autoridad en la capital, no me extrañaría que los diablos quieran tomar su poder para sus planes"- El anciano suspiro al decir esas palabras, no quería imaginar si alguno de sus amigos era un demonio disfrazado.
Tamia siguió escuchando sin interrumpir a su abuelo y a su padre, pero de pronto tres auras poderosas empezaron a resonar en la lejanía, su paso implacable destruía a todas las fuerzas que se le acercaban.
"Ya es momento de irnos, Tamia encárgate de dirigir a las fuerzas del clan hasta que volvamos"- El líder de clan el padre de Tamia hablo mientras desaparecía como si fuera el viento.
"Cuídate y cuida al clan Nieta"- El anciano también desapareció junto a su hijo, sus dos auras se complementaron cuando a la lejanía un estruendo empezo a resonar.
"Si, esperare su regreso"- Tamia asintió mientras sentía como el suelo empezaba a retumbar, de pronto una de las expertas del clan se acero a Tamia a informarle el estado de la ciudad al igual que el del clan.
De igual manera que el clan de los mil venenos, el lado del templo budista también empezo a ser atacado por las fuerzas demoniacas.
El monje Raba y el monje Mayor eran los únicos destructores celestiales que se enfrentaron a dos diablos y un demonio clase S, su fuerza era tal que todo a su alrededor empezo a caerse en pedazos, en el suelo múltiples cadáveres de los discipulos menores, y monjes ancianos.
La alianza era la fuerza que peor la estaba pasando, con su antepasado desaparecido al igual que múltiples ancianos, maestros y discipulos, los únicos que quedaban era una fuerza de reserva dirigida por diez ancianos de nivel supremo.
En este momento los diez ancianos se enfrentaban a un diablo de clase S, mientras intentaban resistir, esperaban un milagro para ver si su antepasado regresaba, los maestros que quedaban al igual que los discipulos menores se enfrentaban a los diablos de menor nivel, pero eran superados en fuerza, sin ninguna fuerza que los lidere, su autoestima era muy bajo al momento de luchar.
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TRASCENDIENDO EL NIVEL MARCIAL
PertualanganHyu Park es alguien débil por naturaleza, a los 5 años apenas pudo derrotar a una hormiga después de aplastarla miles de veces, a los 8 fue derrotada por su hermana de 5 años, a los 10 años consciente de su escasa fuerza física, decidió por todos lo...