five

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Día nuevo, experiencias nuevas ¿no? O por lo menos para Jungwon, que encontraba en un pequeño dilema, antes de que sonara la alarma de las siete y media de la mañana, se levantó más temprano que de costumbre, quedando frente a frente con la puerta que daba orígen a los trajes grises.

¿Entrar o no?

Los veía con determinación desde afuera, como si los analizara.

—Esto es por Jeongin, recuérdalo —se dijo así mismo y dando paso al pequeño cuarto de los trajes.

Tomó uno en sus manos, y empezó a ponérselo, primero las piernas, luego la cadera, siguiente el brazo izquierdo después el brazo derecho, para finalizar tan solo subiendo la cremallera oscura, y también la máscara que cubría todo su cuello y cabeza. Estaba protegido ¿cierto?

Terminando de alistarse emprendió camino hacia las escaleras de la salida del búnker, recuerdos de hace seis años venían a su cabeza. Nervioso oprimiendo el botón con la flecha hacia arriba para que se abriera la puerta.

Aún era de madrugada, se veía como el pasto y parte del bosque había crecido todo este tiempo, estaba oscuro apenas se alcanzaba a ver por donde se caminaba por tantas ramas y zona verde que había, Jungwon al salir del búnker completamente la puerta se cerró dejándolo afuera de este, observando todo detenidamente y precavido, daba algunos pasos con inseguridad, por más de que tuviera una linterna y el traje gris sentía miedo y angustia, era la primera vez en seis años que salía a la superficie.

Saliendo del bosque se podía visualizar la carretera, llena de carros y maletas, había desorden en ella, la linterna abastecía una parte de su vista pero no tanto, porque un venado salió corriendo por un lado de el asustandolo en el proceso.

Tal vez lo llamaría paranoico, Jungwon sentía que lo estaban observando, mientras más caminaba más lo sentía. Después de unos cuantos kilómetros de caminata había llegado lo que parecía el inicio de la cuidad, o por lo menos una parte de ella, habían carteles, pertenencias, carros, de todo en la calle, hasta que vió un cartel de una zona de cuarentenaa unos cuantos metros de el.

—Alguien podría estar allí... —susurro para sí mismo mientras empezaba a volver a caminar solo que en dirección a la zona de cuarentena.

El cielo ya estaba un poco más claro, se veían las nubes grisosas despejandose, dignas de la lluvia, para Jungwon era increíble volver a ver el cielo, aunque no estuviera despejado todavía, o con signos de llover se veía bonito, como si fuera una maravilla, la cual es digna de admirar.

Jungwon esperaba que su hermano viera esto, aunque no se encontró con una sola persona, estaba claro que ya un gran porcentaje de la población había tocado la lluvia o no sabían de la existencia de los búnkeres, pero aún así, anhelaba que su hermano admirara el cielo.

De lejos ya sé observaba la zona de cuarentena, ni un alma se alcanzaba a ver, tan solo era Jungwon con su linterna caminando hacía ese punto, o eso pensaba el.

Alguién lo estaba vigilando.

Alguién lo estaba vigilando

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The Rain [ Jaywon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora