seven

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Hoy era el día, el día de la partida de aquel búnker en el que se alojaron por seis años, en los cuales Jungwon protegía y cuidaba a su hermano menor, Jeongin.

Solo que no esperaban que los sacaran del preciado búnker antes de tiempo.

Ambos chicos acostados en una sola cama; exactamente de Jeongin, seguían durmiendo plácidamente si no fuera por el escaso oxígeno que había en el búnker, luces rojas y una alarma salía del lugar. Habían bloqueado las ventilaciones del búnker, Jeongin se despertó desorientado mientras que Jungwon no daba buenas señales.

—¡Jungwon! —sacudía el menor de ambos al mayor. —Carajo —murmuró.

Levanto con un sumo cuidado a su hermano mayor tomándolo de las axilas y haciendo fuerza para llevarlo hacia la puerta del búnker. Caminaba con dificultad y al momento de subir las escaleras realmente no conocía como se abría la puerta.

—¡¿Cómo se abre?! ¡Jungwon! —decía desesperado Jeongin —¡Jungwon, reacciona!

Niveles de oxígeno bajos, abriendo compuertas de emergencia.

Decía una voz del búnker, no duró mucho para que se abriera la puerta dejándose ver el cielo nublado y la gran naturaleza verde llena de musgos y pasto largo, Jeongin tomó con su último aliento a su hermano mayor y salieron del búnker, haciendo el oxígeno puro entrará por sus fosas nasales hasta sus pulmones.

—¿Jeongin? —pregunto confundido Jungwon después de despertarse y estar con sus cinco sentidos.

Al momento salieron cuatro chicos y una chica, uno de ellos apuntandolos con una arma para solo decir

—¿Quiénes son ustedes?

—Busquen todo, comida, cobijas, lo que sea para la supervivencia —aclaró Jay

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—Busquen todo, comida, cobijas, lo que sea para la supervivencia —aclaró Jay.

—Esta bien —dijo Christina.

Ahora tenían encerrados a Jungwon y a Jeongin en los cuartos solo por sí deseaban atacarles.

—¡Esperen! ¡Abran la puerta! —habló exasperado Jungwon.

Jay lo veía con determinación y curioso, era el mismo chico que habían visto con el traje, luego se giro para hablar con los demás.

—¿Hay comida? —preguntó Jay.

—No, lo que revise solo fueron las cajas vacías —respondió Jake.

—Carajo, si éstos chicos pensaban quedarse aquí toda la vida, con lo que dijo Jake no alcanzaría a nada —explicó Heeseung.

—Chicos —susurró Seungmin para luego desmayarse en el piso.

—¡Seungmin!

“Carajo, debemos encontrar comida cuanto antes”  pensé.

—¡Oigan! —llamó la atención el chico más bajo de los del búnker.

Solamente lo miré por un momento.

The Rain [ Jaywon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora