El viaje a Inverness tampoco estaba en sus planes. Bueno, varias cosas no habían salido como estaban planeadas en su misión encubierta. De hecho, todo iba muy mal: Hope y Vance se habían fugado, ellos seguían rompiendo las reglas de Cupido, y ahora estaban aún más lejos de encontrar una solución para reparar su error.
Rhys decidió aceptar que se habían quedado sin opción, sin un plan. A lo que Arden había dicho:
—Inverness.
Él había mirado a su compañera en medio de un estado semiinconsciente porque había estado durmiendo cuando lo despertó.
—Releí su historial de pareja toda la noche. Deben haber escapado a Inverness. Es el lugar donde se conocieron, donde todos tienen recuerdos. Deben estar allí. Tenemos que ir.
—¿Tenemos que ir?
—Tenemos que ir —afirmó ella—. Debemos buscarlos y asegurarnos de que estén bien y de que su amor se mantenga intacto.
Rhys había erguido una ceja muy despacio.
—¿No crees que se fugaron para que nadie los encuentre? —sugirió.
—Quizá se fugaron por toda la presión que estaban experimentando, pero ahora es nuestra responsabilidad asegurarnos de que están bien. Puede que se hayan fugado para casarse de formas más íntimas o si, por el contrario, aún tienen dudas, tenemos que hacerles entender que su futuro es casarse y estar juntos. Tenemos que ir de cualquier forma.
Rhys había estado tentado a decirle que no estaba muy seguro de su plan, así como estuvo tentado de revelarle la conversación que había tenido con Idris aquella noche. Sin embargo, no dijo nada.
Arden no había estado con su mejor ánimo en los últimos días. Aun sin su habilidad, Rhys podía percibir cómo sus emociones negativas se acumulaban. Era igual que cuando pasaba una misión: aunque intentaba pretender que todo estaba bien, él sabía que no era cierto. Sin embargo, con sus emociones pendiendo de un hilo, no se atrevía a intentar detenerla; solo podía quedarse a su lado.
Luego de una ajetreada mañana, por fin habían llegado a la estación de trenes de Euston.
Con tan pocas horas de antelación, Sophie había arreglado su viaje a Inverness de la mejor manera posible. Viajar en tren había sido la única opción viable, ya que ni Arden ni él sabían conducir.
—Estos son sus pasajes —dijo Sophie y le entregó una billetera alargada a Arden—. Recuerden que tendrán que cambiar de tren cuando lleguen a Aberdeen. Si se pierden, acérquense a un guardia, él les indicará cuál es el andén correcto.
Arden asintió y Rhys sonrió con cariño; la preocupación de Sophie generaba una calidez en su pecho. No se conocían hacía mucho tiempo, pero Rhys había desarrollado afecto por ella; Sophie era una mujer amable y gentil.
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Cómo unir un amor incompleto [TERMINADA]
RomanceArden y Rhys son emisarios de Cupido: él, del amor; ella, del desamor, ¿Qué sucederá cuando cometan un error y separen a dos almas gemelas? ~⋆ ✦ ⋆~ Arden y Rhys son emisarios de Cupido: él, del amor; ella, del desamor. Ambos tienen un récord perfec...