Arden tuvo un mal presentimiento. Ni siquiera sintió temor cuando Cupido anunció que sabía sobre el hilo roto y la misión encubierta. Sin embargo, en ese momento, una sensación de recelo se extendió por todo su cuerpo.
Cuando Rhys se separó de ella, Arden quiso aferrarse a él. Quizás así no se sentiría tan nerviosa.
—¿A que te refieres con «nueva existencia»? —demandó Rhys.
Cupido suspiró y se levantó.
—Me pregunto si algún día esta parte dejará de ser difícil para mí —dijo para sí mismo.
Se acercó a una de las estanterías y agarró tres carpetas de una vitrina con llave. Colocó dos en el escritorio frente a ellos y les hizo una seña para que se acercaran. Rhys fue el primero en reaccionar. Ella lo imitó y leyó el código de cada expediente.
eros-26XXXX02
eros-26XXXX03
Arden frunció el ceño, confundida. No había nada más escrito, así que no tenían otras pistas.
—¿Qué es esto? —preguntó, incluso aunque una parte de ella le decía que se callara.
—Estos expedientes son suyos.
—¿Nuestros? —preguntaron al unísono, desconcertados.
Arden negó con la cabeza, escéptica. A su lado, Rhys se agitó con inquietud.
—Eso no tiene sentido —murmuró ella.
Rhys la miró.
—Arden...
Ella frunció el ceño y no se detuvo:
—Si son nuestros, eso quiere decir que... que...
«¡Pero qué idiota!». Al reparar en su error, las palabras murieron en sus labios.
Arden miró a Cupido, intentando descifrar si era una broma, pero el semblante de Cupido era tan imperturbable que puso a sus nervios en alerta.
Sus ojos volvieron al expediente frente a ella y se estremeció. La idea de que fuera suyo, de que le perteneciera a otra vida que no recordaba, que ni siquiera estaba segura de querer, le producía mucha angustia.
Cupido dio un paso más cerca y habló:
—Sé que, en el fondo, tal vez lo sospechaban. Todos lo hacen. Es inevitable cuando se mezclan entre los humanos que no recuerden que alguna vez fueron parte de ese mundo, que también vivieron una vida.
Arden no sabía qué decir. Estaba intentando procesar todo lo que estaba sucediendo. Algunas piezas caían en su lugar: las conversaciones con Rhys, los rumores del origen de los emisarios, las desconocidas sensaciones que podía entender, sus sueños...
Pensó en la primera vez que soñó, en su pesadilla. Recordó las pinturas, las luces de las cámaras, las discusiones, la traición, el dolor. ¿Eran esos los rastros de su vida? ¿Eran los vestigios de su amor?
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Cómo unir un amor incompleto [TERMINADA]
RomanceArden y Rhys son emisarios de Cupido: él, del amor; ella, del desamor, ¿Qué sucederá cuando cometan un error y separen a dos almas gemelas? ~⋆ ✦ ⋆~ Arden y Rhys son emisarios de Cupido: él, del amor; ella, del desamor. Ambos tienen un récord perfec...