Diez años han transcurrido desde que uní a esa pareja predestinada.
Esa mañana de domingo, el sol brillaba sobre el jardín japonés de Holland Park. Muchas parejas estaban en medio de un picnic cerca de un estanque, pero mi mirada se detuvo sobre una. Luego de todos estos años, nos reencontrábamos.
Ahí estaba él, con su personalidad encantadora y su infinita paciencia; también ella, con su espíritu fuerte y su aura perspicaz y silenciosa.
Y ahí estaba yo, aunque no podían verme ni percibir mi orgullo.
Él estaba sentado con la espalda pegada a un árbol y leía una historia en voz alta. Ella estaba recostada sobre su pecho, girando un lápiz entre sus dedos, con el que había estado dibujando.
Ambos habían cambiado mucho. Habían alcanzado sus sueños.
Él era guionista; ella, ilustradora. Y eran un gran equipo, una dupla de artistas muy reconocidos. Juntos habían alcanzado múltiples logros.
Sin embargo, ninguno era tan valioso y querido como la pequeña bebé en sus brazos, la que quizás algún día conocería la maravillosa historia del amor y el desamor, cuando cuestionara el significado de su nombre. Ella era la prueba innegable de su vínculo, la fortaleza que nutría el inquebrantable hilo dorado que los unía.
También había otros hilos desprendiéndose de ellos.
Como el hilo azul, sólido y centelleante, que los unía a sus padres. O el hilo blanco que se ramificaba en múltiples direcciones.
Tres de esos hilos eran especiales porque representaban a un amor de Philia que había trascendido de sus existencias pasadas.
Uno estaba unido a Sophie Calloway, su querida mediadora.
La mujer se había sentido afligida al no volver a ver a la peculiar pareja de emisarios. Había habido otras parejas, pero no como ellos. Sin embargo, varios años después, se había visto recompensada con la visita inesperada de dos jóvenes. Su corazón los había reconocido.
Y desde entonces, habían recuperado la tradición de ver películas románticas, dos noches de cada mes. No era necesario decir que su gusto por Jane Austen seguía intacto. De esa manera, los tres se hacían compañía y su vínculo se nutría con nuevas experiencias.
Los otros dos vínculos especiales pertenecían a dos parejas, Hope y Jude y Vance y Idris.
En un capricho del destino, sus caminos también se habían reencontrado en el pintoresco barrio de Notting Hill.
Vance y Idris se habían mudado a la casa de al lado hace un par de años. Ahora estaban casados y habían adoptado a un bebé, Jack. Vance seguía siendo arquitecto mientras Idris continuaba impartiendo clases en la academia de danza pero a niños que iniciaban en el arte.
Hope y Jude también habían regresado a Londres, después de vivir unos años en Australia. Eran esposos y tenían dos niñas, Evie y Dovie. Hope continuaba siendo editora de literatura infantil, mientras Jude mantenía su aura de escritor taciturno, menos cuando escribía cuentos para sus hijas.
Los vínculos entre los amigos se mantenían fuertes y estables. Sobre todo, el vínculo entre Hope y Vance, que había madurado en un hilo dorado con los años.
El encuentro imprevisto entre las tres parejas, había forzado una nueva amistad. Hope y Vance nunca comprendieron lo que sucedió con sus peculiares amigos, quienes les habían enseñado tanto del amor. Sin embargo, había algo en River y Anya que les recordaba a ellos.
Ahora se reunían los fines de semana para compartir picnics o cenas nocturnas.
Reencontrarse con sus antiguos vínculos, trajo paz y alegría a su querida pareja. Habían forjado nuevos vínculos y estaban viviendo una vida plena; al igual que las personas cuyas vidas habían cambiado.
Así que al fin podía dejarlos ir, porque sabía que eran felices y que estarían bien.
Pero nunca los olvidaría.
Ellos serían la prueba de mi error y el ejemplo de una gran historia de amor.
Ellos serían... mis emisarios para siempre.
Nota extraída de los expedientes de parejas
Código: agape-20XXX01
Nombres de los sujetos: Anya Winter y River Hastings.
Emisario: Cupido (A-0001)
Estado de la relación: quinta etapa / primera hija: Ágape Hastings.
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Cómo unir un amor incompleto [TERMINADA]
RomanceArden y Rhys son emisarios de Cupido: él, del amor; ella, del desamor, ¿Qué sucederá cuando cometan un error y separen a dos almas gemelas? ~⋆ ✦ ⋆~ Arden y Rhys son emisarios de Cupido: él, del amor; ella, del desamor. Ambos tienen un récord perfec...