R

950 71 7
                                    

Gracias por preguntar eso. No estaba muy segura si empezar con esta historia y Sin que no lo crean la pregunta tiene que ver con esto.

Son muchas partes y poco a poco entenderán de que trata esto.

Las cosas entre Reich y USSR marchaban muy bien desde hace años, la relación que tenían era tan extraña pero al mismo tiempo muy estable. El mayor se la pasaba casi toda la semana en la casa del alemán, algo que al principio le era molesto, pero ahora no podía iniciar su día si el soviético ni estaba a su lado. Hasta tenían su rutina.

El primero en levantarse era el ruso y, una hora después, lo hacia el alemán. USSR ya tenía listo el desayuno y la mesa puesta para empezar a comer y platicar animadamente mientras Reich revisaba sus informes. En ocasiones el menor regañaba al soviético por no empezar su trabajo desde temprano, pero la mayoría de las veces era ignorado. Después de terminar el desayuno comenzaba la limpieza de la casa repartiéndose las tareas, y al terminar el dueño de la casa se dirigía a su oficina y terminaba el papeleo y cosas del trabajo, en cambio, USSR descansaba un par de horas y comenzaba a preparar la comida, el alemán llegaba a la cocina justo a tiempo para ayudar a colocar la mesa, se repetía lo mismo de la mañana pero ahora era el soviético quien revisaba su papelería. Al terminar, el alemán lavaba los traste y el soviético comenzaba su trabajo. Reich podía hacer cualquier cosa, leer, adelantar más su trabajo, ayudar a su pareja com el suyo, pero la mayoría de la veces se pintar. Cuando USSR terminaba se dirigía con el alemán a pasar el resto del día junto a él, observandolo pintar o leyendo un libro juntos acurrucado en el sillón. Claro que no faltaban los momentos en que alguno de los dos quería algo más aparte de besos interrumpiendo momentáneamente la rutina.

Era algo que les gustaba, no era aburrido, se podían adaptar a los cambios que hacía el otro, y tenían extrema privacidad para hacer los que les plasca. Algo muy conveniente para Reich, por que le daría vergüenza tener que explicar los extraños sonidos que se podían escuchar a cualquier hora del dia.

vale madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora