A

186 32 7
                                    

TR- Es tu turno de preguntarme algo. - Avisó el alemán después de tomar de su malteada de fresa, la cual hizo en forma de disculpa por llamar soviético con el apodo que odiaba. - A menos que estés muy agotado de seguir con esto. - Dijo sin disimular la falsa preocupación en un intento de evitar el tema que quisiera tratar.

USSR- Estoy perfectamente bien, no es necesario tomar un descanso. - Respondió forzando una sonrisa, mientras tomaba un trozo de sus hotcakes con el tenedor y lo llevaba a su boca. - Además, es injusto que yo sea el único que ha hablado, tu también mereces un poquito de atención. - Apuntó al alemán con el tenedor, masticando mientras hablaba. Sabía muy bien cómo tratar con R#ich, y hacerle sentir que no está siendo el centro de atención era una estrategia que no usaba mucho, pero era muy efectiva. Hacerlo enojar con algo que le molestaba también era algo que funcionaba, aunque dependia del humor del alemán, era más un 50/50. Eso debía de servir para orillar al menor a dejarle de molestar.

TR- Primero, te he dicho que no hables con la boca llena. - Miró de mala forma al mayor, sonrojandose cuando esté le guiño el ojo de forma divertida. - Segundo, yo siempre soy el centro de atención, soviet. - Frunció el ceño al ver esa sonrisa que ya conocía y que solo hacia cuando caía en su jueguito de cambiar de tema cada vez que se burlaba de este. Casi siempre se daba cuenta a la mitad de su discurso, como hoy. - Y tercero, haz tu maldita pregunta, sino yo mismo acabaré la conversación yendo a MI cuarto.

Finalizo con esas serías y severas palabras para el soviético, que agradecía solo tener una advertencia de que dormiría en otro lado que no sea junto al alemán. Funcionó su plan, pero casi sale mal.

USSR- Solo dime si tienes familia aparte de tu padre. - Trató de sonar nervioso, pero la mirada de R#ich no le ayudaba en nada. Y fue peor cuando terminó de plantear su duda, pues el tema parecía no ser para nada de su agrado.

TR- Si, la tengo. - Empujó el plato con los dedos, alejándolo unos centímetros de él. El hambre se había ido con tan solo mencionar el tema. Regresó la mirada al soviético que esperaba una respuesta mientras poco a poco su rostro adoptaba una expresión de preocupación. - Es algo muy complicado, demasiado. Pero en resumen, tengo dos padres, dos hermanos mayores y uno más pequeño. Cómo podrás deducir, mis padres están muertos, y no le hablo a ninguno de mis hermanos.

























Escribiría más, pero tengo sueño. Hay una cucaracha en mi cuarto que se pasó por el pinche viento que se soltó. No sé dónde está, pero hace rato me peleé con ella.

Se que no es tan sorprendente esto, por lo menos para algunos, pero le prometo que esto se pone mejor.

vale madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora