Capítulo 5

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Sin duda vivir con ellos implicaba cargar con muchas cosas. Cada uno tenía personalidades totalmente distintas y al estar juntos era un gran problema.

Apenas llevaba dos días en esa casa y en serio que era difícil mantener la cordura. Ilan se enojaba con Lei porque tocaba sus plantitas, Lei se enojaba con Daren porque no la dejaba hablar o siempre la callaba, Daren se enojaba porque Saar defendía a Lei. Freyr era feliz mientras comía los postres de Anil, Anil era feliz cocinando, Akash aprovechaba cada momento para tomar fotografías y quedaban realmente chistosas. Mientras que yo trataba de tener paciencia.

Cuando acepte quedarme, todos me acompañaron por mis cosas a casa de mis abuelos al día siguiente, estuvieron husmeando por toda mi habitación, Saar se emocionó muchísimo cuando vio mi estantería, tanto que me pidió unos libros prestados, también prometió dejarme leer alguno de sus libros, pero esos son cuentos para otra historia.

Fuera de todo eso el convivir con ellos era acogedor, realmente me hacían sentir como en casa. Eran muy agradables, y realmente se apoyan entre ellos, a pesar sus indiferencias se notaba que todos se te tenían cariño.

Aún no entendía muchas cosas y me sorprendía que los chicos tampoco lo hicieran. Akash propuso unir la información que ellos tenían con la que yo sabía. Así fue como terminamos un domingo a las nueve de la noche todos en la sala principal.

― ¿Por qué estamos en reunión? ― cuestiono Daren

― No es una reunión Daren, solo vamos a hablar ―respondió por cuarta vez Akash.

― Eso es exactamente lo mismo.

― No, no lo es ― Akash ya estaba irritada.

― Claro que lo es, ¿quieres que te lo explique con manzanas y peritas?

― ¡Daren, ya cállate! ― le grito Akash

Daren muy indignado tomo asiento en uno de los sofás. En la sala estábamos todos solo faltaba Ilan que estaba regando sus plantitas.

― Les aseguro que si ese niño no baja ya, yo lo voy a traer y no de una manera muy amable― Lei estaba molesta porque él no la dejo acompañarlo para regar las plantitas, según Ilan su aura las mataba.

― Te escuché ―. Hablo Ilan desde la puerta de la habitación, él entró y tomo asiento al lado de Daren ―. Ya pueden empezar su reunión.

Inmediatamente Daren soltó una risita y miraba burlón a Akash.

― No es una reunión ― Decidí aclarar porque Akash fulminaba con la mirada a Daren ―.

― Bueno... como que ya deberían de empezar esta charla, reunión, lo que sea ¿no? ― opinó Saar interrumpiendo la pelea de miradas entre Akash y Daren.

― Si por favor ― pidió Lei ― mañana comienzan los entrenamientos necesitamos descansar.

Akash fue la que rompió el contacto con Daren y en cuanto estuvo a mi lado comenzó a explicarles lo que teníamos en mente, todos comprendieron nuestro punto y estuvieron de acuerdo.

Comenzaron explicando todo lo que pasó durante el año que habían estado en esa casa. Todos teníamos una vida que fue interrumpida de distintas maneras, por excepción de Freyr y Daren a ellos jamás se les ocultó nada sobre sus habilidades. Los padres de los chicos algunos fueron asesinados y otros fueron enviados a distintos países por seguridad.

El primero en llegar al pueblo fue Saar, él llegó en enero, mientras que los demás se fueron incorporando durante los meses de ese año, Para noviembre los ocho estaban casi completos. Para el pueblo era muy extraño porque se les veía entrar a la mansión pero ya no salir de ella.

El Misterio De Los OchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora