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DISCLAMER: ¡Holiiiiiiiiiiii!!! Por una vez que consigo actualizar medio "rápido" en medio de esta locura, seré veloz, que creo que todxs tenemos ganas de saber lo que ocurre sin muchos preámbulos 😂😂

Sólo comentar que me encanta que coincidamos principalmente en dos cosas... En que queréis matar a Hook (y esto irá a más, os lo aseguro 😂) y en lo que imagináis/deseáis que pase... 😏 Yo no digo nada, sólo descubrámoslo...

¡Espero que os guste!!!!

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Emma se abraza a Henry junto a las paredes de piedra del pasillo y trata de reconfortar a su hijo sin encontrar una sola palabra de consuelo que tenga sentido. El brazo de Hook, sobre sus hombros, es más un peso muerto que una ayuda. El pirata no puede o no quiere entender lo que están pasando. Quizás logre hacerse una idea de lo que Henry está sufriendo, pero en sus ojos se refleja la más absoluta incomprensión al ver a Emma igual de derruida. Ha intentado explicarle detalladamente que no es su responsabilidad ni su culpa que Regina vaya a morir. Ni siquiera llega a discernir que la Salvadora no se siente culpable ni responsable, sólo desgraciada. Que la impotencia y el sufrimiento de Henry no son la única razón de llorar. Hook no puede o no quiere aceptar la importancia de Regina en su vida y prefiere actuar como si Emma y él estuviera asistiendo al funeral de un primo tercero a quien casi no conocieran, pero al que tienen la deferencia de asistir.

Sin embargo, la Salvadora no se queja, no se mueve. Sólo espera el momento en que esa puerta se abra. Hood está a solas con Regina, despidiéndose, aunque nada se escuche fuera, y Emma sabe que, en cualquier momento harán pasar a Henry. Y espera que a ella también. Por un momento, su llanto silencioso se detiene. Pensará en ella, ¿verdad? Un frío gélido y cruel se retuerce contra su pecho mientras se pregunta si Regina se querrá despedir de ella tanto como Emma lo necesita. O si la Salvadora tendrá que tragarse todas las palabras que se mueren por salir porque se olvidará de ella. No, eso no es posible. ¿Verdad?

Emma siente un dolor agudo al pensar que su consuelo radica en que Regina le pida compartir un adiós definitivo, al darse cuenta de que, de alguna manera, ya ha convertido en certeza su muerte inminente. Su desesperación por esos momentos finales, su egoísmo, le provocan una náusea viscosa. Su mirada se nubla y, durante un segundo, su cuerpo se tambalea.

"Emma, Emma, ¿estás bien?" pregunta la voz cálida y preocupada de David, buscando sus ojos. La Salvadora respira hondo, recomponiéndose, alejando las dudas y asintiendo a duras penas. Al apretar los labios, nota el sabor de las lágrimas saladas en su boca, pero ni siquiera las intenta apartar. "Ven aquí..." susurra, llevándola hacia sus brazos. Snow, a su lado, coge el relevo de Emma y, mientras la Salvadora llora contra el hombro de David, ella estrecha a Henry. Rodea sus hombros, aunque el adolescente sean casi igual de altos, y le abraza con dulzura, dejando que los brazos de Henry se enrosquen en ella buscando un consuelo que no llega.

"No puedo creer que..." tartamudea Emma.

"Lo sé, cariño, lo sé." Los dedos de David se hacen con un pañuelo de tela y trata, sin éxito, de secar las lágrimas de su hija.

"Tenemos que hacer algo..." suplica de nuevo y eleva el rostro hasta mirar a su padre.

"Todos los caballeros de Arturo están buscando entre sus libros de magia. Si hay algún contra hechizo que Regina pueda lanzar, darán con él."

"¿Y si es tarde?"

"Habremos hecho lo que hemos podido, love." Asevera Hook, acercándose hasta ellos.

Como un cuento de hadas (SWANQUEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora