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¡HOLA DE NUEVO!!!! Es tan genialoso volver a estar por aquí y más aún para publicar... ¡no os hacéis una idea de la ilusión que siento ahora mismo!

Como algunxs ya sabréis, bien por TW o bien por aquí, estos meses de desaparición mi vida ha dado un vuelco absoluto: básicamente hemos sido mamás por partida doble, uno de ellos de acogida, otro biológico y que decidió adelantarse casi dos meses. Así que todos los planes, obviamente fic nuevo incluido, tuvieron que ser pospuestos repentinamente. Y aquí nos encontramos, no sé cuantos meses después de mi plan original, publicando al fin!

No sé cuánto de presente podré estar y cuánto podré disfrutar con vosotrxs de los comentarios como antaño; no sé qué periodicidad podré tener, porque ahora mismo todo es muy incierto, pero os puedo prometer que, entre toda la locura del día a día, quiero sacar un huequito para que nos veamos bastante a menudo por aquí. ¡Veremos que se puede hacer!!

Dicho esto, espero que la disfrutéis muchísimo y sólo decir una cosa: La portada es provisional, ya lo entenderéis... :P

Ahora sí, se acabaron los disclamers y ya estamos un poquito más cerca de empezar la historia XD ¡Espero que la disfrutéis!

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DEDICATORIA: Solo una rápida dedicatoria (mentira, no sé escribir cosas pequeñas).

En primer lugar, gracias a cierta compinche y artista como la copa de un pino. Ver mi historia tomar forma de tu mano es una de las mejores cosas que me ha pasado este 2021 y nunca me cansaré de mirar esa maravilla de ilustración, gracias por todo HannGSola
!! 

Y, en segundo, A Xena 🐶, la mejor hermana mayor que cualquier camada podría tener, a Mitxu 😽 nuestra pequeña bola de mimos y líos, a Bruni 👶, que ha llegado para revolucionarnos a carcajadas, a Yusef 👦🏽, el niño, perdón, adolescente de nuestros ojos, y a Pauli 👩, la mejor mujer y compañera que nadie podría imaginar. Vosotros cinco convertís esta casa de locos en el hogar más maravilloso que jamás soñé merecer.


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Es cómo un cuento de hadas. Emma se siente en medio de las páginas de un libro infantil con ilustraciones rococó. Está casi segura de que, si mira hacia el techo o los laterales del salón de baile, puede encontrar textos enmarcando esa estampa.

Las luces, la música, los adornos... Todo dispuesto tal y como su madre se lo ha relatado tantas veces. Bonito, por supuesto, pero con poca imaginación, piensa para sí contemplando su alrededor. No es sólo que se corresponda con la descripción de Snow, es que es casi idéntico a la celebración a la que asistió en el pasado con Hook. Los mismos pasos de baile, las mismas danzas, las mismas canciones... Al menos eso le ha servido para echar mano de sus recuerdos y de las lecciones de baile que le dio el pirata y no hacer el ridículo ante toda la corte del Rey Arturo como el cisne que bailaba como un pato...

Gira y gira, y vuelve a girar. Unas veces pasando bajo el brazo de Hook colocado en forma de arco, y otras tantas dando vueltas palma con palma. O palma con garfio. No pretende ser grosera ni ofender a los anfitriones que han volcado todas sus ilusiones y sus mejores galas en esa noche tan especial. Pero ella no termina de encajar dentro de ese escenario. Quizás es culpa suya, por ser una foránea en su propia tierra. O porque su príncipe azul sea un pirata con garfio y ella una princesa de cuento con toda la maldad del universo anidando en sus tripas. O quizás porque esas melodías de tres por cuatro disminuyen sus pulsaciones hasta el ritmo de un perezoso al que sólo le apetece bostezar y retirarse a sus opulentos aposentos.

A pesar del aburrimiento, contiene una sonrisa. Está casi segura de que Hook entiende que es por él. Pero no. Es por ese momento de soporífera paz, de adormecedor descanso. Por este ratito en el que, ese Rumpelstiltskin que sólo ella ve, parece desaparecido. Puede que a ese pepito grillo del infierno no le convenga para sus planes hacerla quedar delante de cientos de nobles como una loca desequilibrada que habla sola. O puede que esté tan aburrido como la propia Salvadora y haya huido a echarse una cabezadita en lo más profundo y apartado de su mente. No importa. Dan igual las razones cuando, por un momento, se siente normal, tranquila... fuera de lugar, sí, pero al menos no esquizofrénica.

Como un cuento de hadas (SWANQUEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora