- Que aburrido - exclame - y si vamos a espiar a manoplas con su cita - Em me sonrió y en menos de un minuto ya nos encontrábamos yendo hacia el pueblo.
Encontramos a manoplas y a Luz en uno de los juegos del pueblo, la pobre humana parecía desesperada en ganar un collar con una pequeña gema morada en el centro, pero sus esfuerzos eran y serán inútiles, pues ese fuego esta realizado para que las criaturas y brujos perdieran todo su dinero y no ganaran nada, por suerte Em y yo estamos aquí.
Nos acercamos a ellas, sonriendo de oreja a oreja, las saludandolas.
- Hola Manoplas, pequeña Luz -.
- Que coincidencia encontrarnos aquí - sonreí viendo la cara de Amity, la cual estaba cien por ciento seguro que sabia que esto es todo menos una coincidencia .
- Em, Ed, ¿ que traman?- pregunto Amity cruzando los brazos.
- No tramanos nada hermanita-.
- Hola chicos - saludo Luz con su característica energia y alegria.
Después de los saludos y de la cara amenazadora de mi adorada hermanita Luz se volvió a concentrar en ganar ese collar para Manoplas.
Em, me miro y asintió, así que antes de que Luz lanzara su última pelota, realice un hechizo para que el gran tablero cayera hasta con una pequeña oleada de viento.
Luz se lanzo a los brazos de Amity cuando gano el juego, feliz eligió el premio y se lo dio a mi hermana, mientras el encargado no entendía como fue eso posible.
- Mira - exclamó Em, señalando discretamente a un grupo de guardias del aquelarre del Emperador, entre ellos el Guardián Dorado.
- Será mejor irnos, no quiero tener problemas - hablo Luz tomando la mano de Manoplas y haciendo que despegara mi vista del Guardián Dorado - no vemos luego chicos - y se fueron.
Emira y yo soltamos una carcajada al ver el sonrojo de la cara de Amity en el momento en el que Luz la tomo de la mano.
- Su rostro a de ser horrible para llevar siempre esa mascara - comento Em, refiriéndose y observando al Guardián Dorado .
-"Sin tan solo supieras "- pensé, recordando las hermosas facciones de su rostro .
- Oh, mira - dijo mi gemela señalando un puesto llenos de peluches - ese esta cool - señalo al peluche parecido a una horrible hada - no tengo dinero, Ed ¿tienes algo? - asentí y le di las pocas monedas que había traído por si las dudas.
Entusiasmada Emira se compro el peluche, pero algo llamo mi atención, era una de esas cadenas del mundo humano que nos había explicado Luz, dos cadenas con un pequeño dije que al unirlas se volvían uno, este era de la luna y el sol, sonreí, recordando una historia que había escuchado por terceras personas mientras merodeaba por la biblioteca, lamentablemente le había dado el dinero a mi hermana, así que no podría comprarmela.
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El Emperador Belos aun seguía molesto por no haber logrado la tarea que me había encomendado.
- Pero, señor -.
- Nada de peros Hunter, el día de hoy estarás con los guardias supervisando las acciones del pueblo - sentenció - espero que estando con los más incompetentes de mi aquelarre no me vuelvas a fallar o si no allí te quedaras para siempre - dijo saliendo de la sala sin siquiera mirarme.
Suspire resignado, es cierto que los miembros del aquelarre del Emperador tienen que ser los mejores, pero inclusive los mejores son superados por otros, por ello aquellos que el Emperador considera de bajo nivel dentro de su aquelarre son los encargados de merodear y supervisar las acciones del pueblo, además de atrapar a las brujas y brujos salvajes de bajo nivel, algo realmente mediocre viniendo de alguien que a trabajado directamente con el Emperador, alguien como yo.
-" Estúpidos "- pensé al ver de reojo y dejos de nosotros como la humana y una bruja se escabullian entre los y las brujas para no ser percibidas -" realmente estúpidos "- pensé, refiriéndome a la bola de idiotas que orgullosos caminan a mi lado al ser miembros del aquelarre mas poderoso de los tiempos.
Entonces lo vi, el niño Blight junto a su hermana, ella estaba felizmente comprando un feo peluche, pero él tenia su mirada perdida en una extraña cadena doble, solamente unida por el dije de la luna y en medio de esta el sol, y luego simplemente se fueron.
- Guardián Dorado,¿ a donde se dirige ? - pregunto uno de los ineptos a mi lado.
- Eso no les importa , los alcanzaré luego - y me aleje de ellos, caminando en dirección a la tienda para comprar las cadenas.
- " Has hecho mucho por mi niño, tal vez sea hora de agradecerte "- pensé comprando la cadena .
- Alter, búscalo y entregárselas - dije dándole ambas cadenas a mi taliamigo, a escondidas de cualquiera que pudiera verme.
Regrese con la bola de idiotas al ver a mi taliamigo alejarse, pero al pasar una hora me empecé a preocupar, Alter no regresaba, hasta que lo vi, regresar con un diminuto paquete entre sus patas, con cuidado de que nadie me viera, lo oculte tanto a él como al paquete entre mi capa.
El día paso extremadamente lento ante mis ojos, estos inadaptados son hacia de otra que solo pasearse de un lado a otro aprovechándose de los más débiles sin sentido alguno.
- Espero que hayas aprendido la lección Hunter - dijo el Emperador de pie frente a mi.
- Lo e hecho - susurre.
-Bien, ve a tú habitación, tendrás nuevas ordenes mañana - dijo dándome la espalda.
- Si señor - y me fui.
En el pasillo y casi como de costumbre me encontré con Kikimora la cuál no tardo en echarme en cara su victoria del día de hoy, al ser por hoy la mano derecha del Emperador mientras yo caminaba con los más débiles del aquelarre, donde yo pertenecía, según ella.
Cerré la puerta de un portazo y tire mi mascara sin mirar donde cayo por la frustración. Entonces lo recordé, la caja.
Al abrirla lo primero que encontré fue una nota, la abrí y empece a leer mentalmente.
Cuenta la historia, que cuando el mundo era nuevo, mucho antes de la existencia del titan, existía dos deidades, el sol y la luna, un día mágicamente se encontraron, enamorándose inmediatamente el uno del otro, no podían estar separados por mucho tiempo, el amor que se tenían era tanto que anhelaban estar juntos en todo momento y por ello se dio el eclipse, donde la luna tapaba al sol, quedando el mundo en oscuridad, el eclipse se daba tan seguido que las criaturas del mundo empezaron a parecer, ante esta situación la deidad de deidades tubo que intervenir, prohibiendoles a los enamorados verse por el bien de las especies , y por ello la tristeza invadió a ambos amantes, pero la más afectada fue la luna, que ante la tristeza de no ver a su amado lloraba sin cesar, el sol al enterarse de los lamentos de su amada se reunió con la deidad de deidades pidiéndole que por favor le diera amigos para que así no estuviera sola y su tristeza disminuyera, así que la deidad de deidades creo a las estrellas para hacerle compañía a la luna pero ni eso disminuia su tristeza, entonces la deidad de deidades al ver la tristeza de ambos amantes lo decidió, una vez cada cierto tiempo el sol y la luna se reunirian para poder estar juntos, ambos amantes aceptaron gustosos, ante la idea de poder encontrarse cada cierto tiempo y volverse uno.
Por ello, cuando el eclipse aparece significa que los amantes se reunieron una vez más en los cielos, disfrutando la compañía el uno del otro.
No se el por que, pero te imagino como el sol, no solo por el dorado de tu uniforme y titulo, si no también por estar solo, pero ser fuerte, y es por ello que te dejo con la cadena del sol, mientras yo me quedare con la luna.
Gracias por el regalo y gracias a Alter por habermela entregado.
Atten: Edric Blight.
Sonreí, observe la caja y encontre la cadena del sol, me la coloque y camine hacia la ventana con la carta en la mano, alzando la mirada observando a la luna en todo su esplendor, siendo acompañada por las estrellas.
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Mi guardián Dorado
DiversosQuién diría que el gran Hunter, mano derecha del Emperador y el temido guardia Dorado, se encontraría con un joven y travieso chico de cabellos verdes, pero ¿cómo? y ¿ que pasara entre estos dos?