𝒕𝒆𝒂 𝒕𝒊𝒎𝒆 - 𝑳𝒆𝒗𝒊

Capítulo 20 - Merecido.

—Así que, ella es la reina.
—"Así es."

Me separé de la mesa, después de que Hange me explicase todo lo que había pasado en lo que yo estaba inconsciente.

—"Tenemos que salvarles, Rod Reiss tiene capturados a Eren e Historia."
—Comprendo, quieres que usé mi titán ¿no?

Hange levantó las cejas divertida.

—"Si lo vas a usar. Que sea dentro del matrimonio."
—Qué.

Me quedé un segundo pensando, hasta que lo entendí. Miré a la castaña y estallamos de risa.

Levi entró a la habitación.

—"¿Por qué tanto alboroto?"
—Lo siento, ¿te despertamos?

Levi se me quedó mirando, Hange volvió a reír, me di un leve golpe en la cabeza.

—Lo siento.
—"Tenemos que ir hacia dónde Eren, por favor, preparaos."

Ambas asentimos, me preparé. Estaba en el cuarto, cuando sentí una presencia atrás de mi. Iba a girarme, pero me paró.

—"T/N. No te muevas, si te miro a la cara, no podré decírtelo."

El pelinegro hizo un silencio y comenzó a hablar.

—"Perdón si soy demasiado duro contigo. No sé cómo funciona esto de las parejas... pero, a pesar de lo que te diga o demuestre, quiero que sepas que te amo, mas que a mi mismo."

Dijo esto y posó un beso en mi hombro, acto seguido abrió la puerta y se fue. Me sentí tan bien, que quería vivir eternamente, aunque todos sabemos que eso no va a pasar y que soy egoísta por estar con Levi, porque le haré daño cuando yo ya no esté.

• • •

Mi cerebro no sacaba ese momento de mis pensamientos, estaba transformada, peleando con la "gente" de Kenny, ayudé a los chicos a escapar, terminé agotada y dejé mi forma de titán caer al suelo, sentí como algo me sujetaba, era Mikasa.

Cuando volví a mi misma, estabas encima de las murallas, el titán de Rod Reiss, venía hacia aquí. Ayudé a Eren transformada en titán para poder dejarle inmóvil y BOOM, millones de cachos de carne de titán volaron por el cielo.

Divisé a Historia, cortando la nuca de su padre, estaba orgullosa de ella. Todos peleamos mucho ese día.

• • •

Me aclaré la cabeza con agua y fui a mi habitación, me tumbé en la cama, cerrando mis ojos. Sentí un peso a mi vera.

—¿Levi?
—"¿Te molesto?"
—No, está bien.

Hice una pausa.

—La cosa ahora está controlada, más o menos... ¿por qué no nos vamos?
—"¿A qué te refieres?"
—A una casa, alejada de todos y estar allí por un tiempo, merecemos un descanso.

Él tomó mi mano en silencio.

—"Te lo mereces."