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—Eres un sol, te agradezco tu comprensión, pero es que lo que me pasó fue asqueroso, a mí me encantaba comerlo, lo disfrutaba, si que sabía dar en el punto justo, que haciendolo un día de trabajo con un chico, cuando no llevaba ni cinco minutos, de repente y sin previo aviso, el idiota se corrio en mi boca y me faltó un segundo más para ahogarme...- Jimin pensó que no podía tener peor suerte y odió con toda su alma a ese chico que le acababa de arruinar el momento, pero no pensaba desistir, el era perseverante, que jamás tiraba la toalla, y como que se llamaba Park Jimin que juntos y con mucho cariño, iban a superarlo.

__Pero si vas poco a poco, suave, despacio, seguro que puedes, yo además te garantizo que no me voy a correr- sugirió.

__Te equivocas, como te toque con mi lengua sé que voy a despertar esa parte de ti a la que nadie accedió y que vas estallar como una puta fuente- Jimin tuvo que morderse los labios para no soltar la carcajada, pero al mismo tiempo se excitó más todavía solo de imaginarse estallando de esa manera, claro que no se lo dijo.

__En ese caso puedes lamer un poco y dejarlo en cuanto vea que voy a más...- Mark descendió con la mano hasta la entrepierna de Jimin y susurró acariciándolo.

__Mira cómo estás con solo desearlo, imagina lo que debe ser que mi lengua recorra tus piernas y que después meta eso a mi boca, no lo vas a resistir- Jimin tragó saliva porque las caricias le estaban gustando bastante y entonces Mark sugirió- ¿Por qué mejor no bajas tú?- Jimin lo miró derretido, tanteando la entrada él deslizó un dedo dentro de Jimin y tironeó de los pezones esperando respuesta.

__No es mala idea- Jimin enterró la cabeza en el cuello de Mark, lo besó desesperado a la vez que él lo estimulaba fuerte con los dedos, luego descendió a besos por los pectorales de Mark, mientras él gruñía agónico deseando que llegara cuanto antes al final del trayecto, es más, para facilitárselo, retiró la mano y se quitó los pantalones y la ropa interior, se tumbó, colocó bien la almohada bajo del cuello, cruzó las manos bajo la nuca y le indicó a Jimin empalmadísimo.

__Soy todo tuyo- Jimin observó la erección y pensó que le faltaban unos cuantos centímetros para ser perfecta, pero era lo que le ofrecía ese cuerpazo de impresión y no iba a hacerle ascos, para nada, hacia allá que se lanzó, dándolo todo, y Mark lo agradeció revolviéndole el cabello y jadeando con los clásicos: "Oh, nene, sí, nene, eres bueno, muy bueno, sigue, sigue, hasta el fondo, no dejes nada, tómame entero...". Jimin como no tenía traumas, se entregó generosamente, hasta que Mark le advirtió entre gemidos.

__Apártate si no quieres que me corra dentro, a ver, estoy sano pero a lo mejor prefieres mi leche en otra parte- Jimin no quería que se corriera sin sentirle dentro, se apartó y sacó del bolsillo de su pantalón que tenía en el suelo un condón que había metido por si la noche se ponía interesante, claro que ahora temía que el condón le viniese un poco grande, y no es que Mark la tuviera pequeña, no, pero es que a ese cuerpazo le hubiera ido una cosa más grande, o al menos el se lo había imaginado así...

El caso es que abrió el condón, se lo enfundó y se sentó encima de él haciéndole gruñir otra vez, Mark entonces colocó las manos en las caderas de Jimin y le pidió mordiéndose los labios.

__Muévete, precioso, muévete para mí- a Jimin eso del "para mi" le irritaba muchísimo porque no sabía para quién más iba a moverse en esas circunstancias, pero no dijo nada, porque era Mark y estaba loco por él... así que se echó el cabello hacia atrás y comenzó a moverse sinuoso hasta arrancarle nuevos gemidos, que fueron a más a medida que aumentaba el ritmo de sus caderas.

Mark entonces pensó que si hubiese sabido que ese chico tenía ese flow en las caderas, no habría estado perdiendo el tiempo con los otros que al fin y al cabo solo le ponían la cabeza gorda con estupideces varias y con los que no tenía más que polvos olvidables, Jimin en cambio era diferente, le rompía los esquemas, le inquietaba, le sorprendía y le estimulaba con la misma intensidad el cerebro y la entrepierna.

Antes de que me extrañes KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora