Yugyeom con el corazón en la boca y a punto de caerse al suelo de la emoción, pensó que podía darle hasta su ropa interior, pero en su lugar tragó saliva y respiró hondo.
__Puedes darme el tuyo y te hago una llamada- todos estaban atónitos, viviendo ese momento histórico, mientras Jackson daba los números de uno en uno, muy despacio, no fuera a ser que Yugyeom se equivocara.
__Ya lo tienes, llámame por favor...- Yugyeom llamó y el teléfono móvil de Jackson vibró en el bolsillo del pantalón.
__Ahí está, ya lo tienes...- musitó Yugyeom, pensando en la suerte que tenía el teléfono de estar todo el día pegado a esa parte de la anatomía de Jackson.
__Ahora lo registro, muchas gracias- dijo sonriéndole, Yugyeom lo miró y pensó que no se podía estar más bueno, con esa sonrisa, esos ojos café y ese cuerpo de empotrador.
__Puedes llamarme a cualquier hora, de lunes a domingo, ¡no lo apago nunca!- exclamó emocionado, Jackson sin dejar de sonreír, encantado con el entusiasmo de Yugyeom.
__Es por la porra- Yugyeom pestañeó muy deprisa y, muy confundido, sin saber de qué estaba hablando.
__¿Qué porra?
__La del partido, la de la final estoy recopilando los teléfonos de los que habían participado, para llamarlos si les toca- Yugyeom se sintió tan imbécil, que le cambió el rostro, se puso hasta blanco y se justificó para que el imbesil de Jackson no se llevara una idea equivocada de él.
__Ah sí, esa porra, claro, puedes llamarme cuando quieras, tengo el teléfono siempre abierto, como soy comercial, ya sabes nunca paramos.
__Y mi trabajo igual, mucha suerte con la porra y muchas gracias por darme tu teléfono- Jackson se marchó a la barra ansioso por guardar el registro de la llamada de Yugyeom y este miró a sus amigos y suplicó.
__¡No hablen conmigo que soy muy tonto!- ellos se echaron a reír y luego Taehyung lo consoló.
__A lo mejor lo de la porra es estrategia, no sabía cómo pedirte el número y con la excusa del sorteo ya te tiene agregado.
__¿Agregado para qué? ¿Para meterme en la lista de "Patéticos infollables"?, Dios mío, qué vergüenza, necesito pasarme el fin de semana castigándome con algo ¿qué me recomiendan?
__La pizza con base de brócoli- respondió Jin, sin dudarlo.
__Dudo que encuentres un castigo mejor que el mío, que mañana he quedado con Jungkook para que me enseñe su ático- Jin que estaba troceando el kiwi, lo miró con una sonrisa enorme y le advirtió.
__Espero que no me falles, sabes que ese chico ha sido mi apuesta desde el principio.
__Sí, pero el quiere a Mark y va esperarlo hasta que se aclare- opinó Tae, Jin negó con la cabeza, masticó un trozo de kiwi que estaba demasiado ácido, lo tragó con resignación y concluyó.
__Al único que se le va a aclarar el cabello esperándolo es a Jimin, los chicos como él nunca tienen huevos para ir por lo que quieren...
El sábado a las once de la mañana, Jimin estaba tocando al timbre de la puerta de la casa de Jungkook, que abrió con un sonrisa enorme, unos pantalones negros y una camiseta de cuadros, le quedaba todo bien, para qué iba a negarlo... pero no estaba allí para valorar al dueño sino a su casa.
__Hola, bienvenido, pasa, por favor.
__Gracias- Jimin pasó a un recibidor decorado con gusto, con una mezcla interesante de lo antiguo y lo moderno y lo divertido con lo serio.
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Antes de que me extrañes KOOKMIN
RomansaADAPTACIÓN Jimin vende propiedades, y tiene la suerte de trabajar con Mark el chico que le gusta, además cada tanto le toca enseñar la casa de sus sueños, a pesar de que Mark no le haga demasiado caso, cuando aparece Jungkook, el que está dispuesto...