Mientras los cuatro vivían sus respectivas historias de amor, Mark seguía esperando a que llegara el momento en que Jimin recobrara la lucidez y volviera arrepentido a sus brazos, estaba convencido de que ese chico por el que había perdido absolutamente la cabeza, del que se había enamorado como nunca en su vida, pronto enmendaría su error y él por supuesto que se lo iba a hacer pagar caro, porque lo que le había hecho de cambiarlo por ese cretino era una humillación demasiado seria como para perdonarlo así como así.
Jimin iba a tener que trabajar mucho para volver a entregarle su confianza, iba a exigirle lo que no estaba escrito, en forma de hechos, pruebas, esfuerzos y sacrificios, porque el amor de alguien como él, tan auténtico y especial, merecía eso y más, así que, que se agarrara que venían curvas, le iba a hacer sudar la gota gorda y si no que no hubiera sido tan tonto de dejarse embaucar por un tipo como Jungkook, pensó, si bien, como pasaban los días y Jimin no solo parecía que no volvía a sus brazos, sino que cada día estaba más enganchado de ese imbesil, Mark decidió que había que darle algún empujoncito para que Jimin abriera de una vez los ojos.
Y un martes de mediados de julio encontró el momento perfecto... Los compañeros ya se habían marchado a casa, Jimin y él estaban solos en la oficina y para más fortuna acababa de ver por el ventanal que Jungkook estaba esperando a que se el semáforo indicara paso, cruzar y pasar a buscar a Jimin, sin duda, era la ocasión perfecta, por eso, Mark se acercó a el que estaba de pie arreglando sus cosas y le dijo saboreando su ya casi victoria.
__Quiero hablar contigo de algo importante- Jimin pensó que no podía haber esperado a otro momento del día para contarle eso tan importante, pero en su lugar dijo.
__Lo dejamos mejor para mañana, si no te importa- el semáforo cambio y Mark sintió que era el clásico ahora o nunca, así que replicó apretando fuerte la mandíbula.
__Me importa porque tiene que ser ahora- Jimin lo miró extrañado, y a tenor de la cara que tenía de circunstancias que tenía se temió lo peor.
__¿Es algo relacionado con la aplicación que estás desarrollando? ¿Ha salido algo mal?
__En el trabajo está todo perfecto, es algo más personal- contestó acercándose más a él todavía.
__¿Personal?- preguntó Jimin arrugando el ceño y de espaldas a la puerta de entrada.
Mark que estaba justo enfrente, al comprobar que Jungkook estaba a punto de empujar la puerta, tomó a Jimin de la cintura, lo pegó con fuerza contra él y tras estamparle un beso masculló.
__Tan personal como esto...- Jimin le dio un empujón para quitárselo de encima, se limpió la boca con el dorso de la mano y le gritó.
__¡No vuelvas a acercarte a mí en la vida!- Jungkook de repente irrumpió en la escena le metió otro empujón que hizo que Mark trastabillara y cayera sobre una mesa de cristal que se partió del fuerte impacto.
__¿Es la mesa de tu casa?- preguntó Jungkook mientras Mark gritaba de dolor porque se había clavado unos cuantos cristales en el culo.
__Sí, la traje el otro día a la oficina, porque no podía verla más en casa, es tan fea, pero me daba cosa tirarla...
__¡Me estoy desangrando, joder! ¿Pueden llamar a una puta ambulancia?- gritó Mark, desesperado del dolor.
__Sí, ya voy...- mientras Jimin llamaba a los servicios de emergencias, Mark le chillaba a Jungkook.
__Ya estarás contento, ¡al fin te has vengado!
__Para estar a tu altura tenías que haberte cortado mucho más que el culo- replicó Jungkook, echando chispas por los ojos.
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Antes de que me extrañes KOOKMIN
RomanceADAPTACIÓN Jimin vende propiedades, y tiene la suerte de trabajar con Mark el chico que le gusta, además cada tanto le toca enseñar la casa de sus sueños, a pesar de que Mark no le haga demasiado caso, cuando aparece Jungkook, el que está dispuesto...